El Cóndor Pasa

[kraus]

Segunda quincena de Febrero y otra vez de viaje por obligación. Esta vez al valle de Calamuchita, provincia de Córdoba, Argentina, aunque al finalizar tuviera un par de días de trabajo más en Buenos Aires. El lugar de trabajo estaba situado junto al Embalse del Río Tercero...

... pero, por recomendación de un compañero, la residencia la elegí en Santa Rosa de Calamuchita, la capital del valle, a 24 Km del curro (lo que en carreteras argentinas significaba unos 40 minutos). Curiosamente, yo era el único de mi empresa desplazado, siendo los encargados de ejecutar el trabajo unos alemanes. A tres de ellos ya los conocía de Mannheim el verano pasado. Estas cosas se dan con frecuencia en mi curro.

En los tiempos del hombrecito del bigotito, muchos alemanes se afincaron en estas tierras, unos por un motivo y otros por el contrario. Construyeron sus casas al estilo centroeuropeo, un estilo que se ha asentado en el valle especialmente en La Cumbrecita y, el principal punto turístico, Villa General Belgrano

Pocos hoteles en el valle, pero una inmensa oferta de cabañas (que se pueden alquilar incluso por un día) y campings. Y es que el turista de este valle no viene con dólares sino con pesos.

Geológicamente, el valle está limitado al este por la Sierra Chica, cadena montañosa cuyas elevaciones apenas superan los 1.000 m. Al pie de esta Sierra se encuentra la parte baja del valle, con el embalse de la Molina al norte (600 m) y el embalse del Río Tercero al sur (500 m). A partir de este eje, el terreno se va elevando hacia el oeste, poco a poco hasta llegar a la Sierra Grande, con sus cumbres por encima de los 2.000 m siendo el punto más alto el Champaquí, con 2.800 m.

Con casi toda la tarde libre, y recordad que en esta época es verano (ojo, verano pero también es la época de lluvias), los días de diario fui visitando los pueblos y lugares del fondo del valle, junto a la Sierra Chica, siguiendo la ruta RP5, la principal del valle. Siempre iba solo pues mis “compañeros” alemanes hacían su vida. Al final de cada tarde, tormenta, que refrescaba lo suficiente, no más, para no morir a la hora del sueño. Como siempre, había que preparar un plan para el fin de semana.

 

[kraus]

La Cumbrecita

La Cumbrecita

El sábado amaneció muy nublado, amenazando lluvia. El destino elegido fue La Cumbrecita, situada a los pies de la Sierra Grande, que tiene un acceso fácil pues la carretera es nueva. Está a 29 Km en línea recta de Santa Rosa pero tienes que hacer casi 60 Km para llegar. La Cumbrecita presume de ser la primera población peatonal de Argentina y antes de cruzar el puente de madera por el que se accede a la villa tienes que aparcar el coche por 20 pesos (da lo mismo 10 minutos que todo el día).

Con las zapatillas de footing, un chubasquero y la cámara por todo equipo, me dirigí a la oficina de turismo. Me contaron de 3 rutas de dificultad media pero que debía de contratar un guía. Así pues, decidí hacer la ruta de la Cascada Escondida, por supuesto sin guía.

Estaba a 1.300 m cuando encontré el cartel que indica el comienzo del sendero. Con el esquema que conseguí en la oficina de turismo fui solventando los primeros cruces cuando el sendero se empezó a empinar seriamente. Pero, por desgracia, también amenazaba seriamente la niebla. Una niebla que no refrescaba nada y el calor era sofocante. El camino que transitaba era muy bueno, compactado, como trabajado. Incluso cuando pasaba sobre roca, granito, tenía un color diferente de forma que facilitaba su seguimiento.

La niebla se cerró y me entraron las dudas. Solo las ganas de hacer algo de ejercicio me empujaron a seguir. Se oyó el trotar de los cascos de un caballo que apareció de pronto entre la niebla, teniéndome que apartar haciendo lo propio el jinete.

Llevaba una hora andando, habiendo alcanzado los 1.700 m, cuando decidí parar. Me separé un poco del camino y, sentado sobre una roca, estuve unos 10 minutos esperando una variación en las condiciones meteorológicas. Se abrió un poco y me di cuenta de que estaba rodeado de vacas. Seguía dándole vueltas: sigo, no sigo. Apareció un grupo de gente, un guía de montaña con dos parejas. Me acerqué a ellos y le pregunté al guía cuanto quedaba: 40 minutos. Escuché atentamente como el guía contaba a los excursionistas como se formó el valle de Calamuchita. Muy interesante pero la niebla se puso otra vez espesa y, a pesar de disponer de la compañía de estas personas para seguir el camino, me despedí de ellos y volví hacia el pueblo. Según bajaba se puso a llover pero el calor, y ahora con chubasquero, era insoportable. Fuera chubasquero y a mojarse. Cuando llegué al pueblo estaba calado y me fui a comprar directamente una camiseta.
- ¿Cuál le gusta?
- Una seca, por favor.
Me acerqué hasta el coche para cambiar el calzado y volví para comer en un restaurante del pueblo, salchichas con chucrut y un par de cervezas de trigo que se fabrica allí mismo (muy buena, por cierto), y de postre brownie con helado. A estas alturas de la comida ya había entablado conversación con un matrimonio de Buenos Aires que estaba de vacaciones por la zona, con los que compartí el café y la sobremesa. Después un paseo por los alrededores muy agradable, visitando cascadas y pozas.

El calor y la humedad eran intensos y se empañaba hasta la cámara. Di por terminada la visita. Antes de partir pensé que al día siguiente necesitaría un mejor calzado y lo encontré en una tienda de ropa de montaña, donde trabajaba el guía con el que me encontré a la mañana. El material de la tienda era desconocido para mí y, con los consejos del guía, acabé con unas zapatillas de montaña por 198 pesos (unos 37 euros). Todavía charlamos durante un rato de Calamuchita y de ciertas similitudes con La Pedriza. El guía es escalador y se interesó mucho, por lo que le di mi correo por si, en una eventualidad, aparecía por Madrid.

 

[kraus]

El Champaquí

El Champaquí

Si señores. Tenía un largo domingo por delante e iba a por ello, estrenando mis zapatillas nuevas. Amaneció nublado pero no amenazaba lluvia. Desayuné en el hotel y salí con el coche de alquiler hacia Yacanto, 30 Km de carretera en obras. A la salida de Santa Rosa me pararon en un control de la policía caminera:

- Buen día, señor. ¿Hacia dónde se dirige usted?
- Hacia Yacanto, tengo intención de subir al Champaquí.
- ¿Podría usted acercar a mi compañero hasta Yacanto?
- Por supuesto.

Pues sí, aquí es normal que pidan a los conductores que colaboren con el transporte de policías. El poliautostopista me contó que era de Córdoba y que le habían trasladado durante el verano para reforzar la protección a los turistas. Se alojaba en una pensión de Yacanto. Junto a la pensión le dejé.

Los compañeros del trabajo me habían contado que la subida al Champaquí era de fácil orientación, solo tenía que seguir las indicaciones a Cerro de los Linderos y desde allí tendría a la vista la cima del Champaquí. Además, había localizado en internet unos mapas de la zona para el gps y tenía track hasta, precisamente, el Cerro de los Linderos. Encontré el camino, a 1.250 m de altura y empecé la larga subida.

Buen camino, ascensión continua pero sin pendientes exigentes. Al principio muchas “estancias” (granjas con vivienda). En uno de los vallados pude hacer esta foto a una especie de picapinos

Luego un bosque de pinos, que se acaba pronto, sobre los 1.500 m de altura. Pero de grandes paisajes nada de nada pues la niebla hizo su aparición.
No muy densa, iba y venía, me dejaba solamente ver los barrancos desforestados a los lados del camino

Iba cómodo, las zapatillas estupendas y, por el momento, ni un pensamiento de dar la vuelta. Llegué al collado de los Tres Arboles, 2.300 m, donde existe un refugio. Chasco, cerrado. Primer contratiempo pues, como iba sin mochila, tenía previsto avituallarme en ese lugar. En la pequeña bolsa que llevaba, el litro y medio de refresco de manzana casi entero y las galletitas sin empezar. Decidí continuar, aunque más me valía que a la vuelta estuviera abierto, ya que me aseguraron que el refugio lo mantienen unos granjeros que viven allí y que siempre estaba abierto. Por lo menos vi las mulas y las gallinas.

Junto al refugio sale un sendero que va hacia el río Tabaquillos, donde hay otro refugio. Un descenso ligero y una pendiente algo fuerte pero corta, para retomar esa ascensión llevadera de toda la subida.

Aumenta la niebla, pero ya estoy cabezón. Llego a un cartel que dice que me encuentro en La Bifurcación, a 2.700 metros de altura. Efectivamente, sale un camino hacia el oeste pero señalizado, hacia el norte, sigue para Cerro de los Linderos. Voy por un lomo muy redondeado hacia los lados y flanqueado de grandes rocas de granito, en suave descenso. Veo una rapaz posada. Cambio al teleobjetivo y disparo. Seguramente debido a la niebla, me sigo acercado y la rapaz no se mueve. Relativamente cerca, más fotos cambiando parámetros de la cámara, pues no me fio nada del resultado ya que el contraste con la niebla me hace dudar de las lecturas del fotómetro. Salé algo potable

Un poco más adelante el camino está empedrado para comenzar una fuerte pendiente que acaba en el Cerro de los Linderos, 2.761 metros. Allí, junto a una antena repetidora…

… dejé el coche.

Si habéis llegado a pensar que subía a pie me alegro, pues eso quería transmitir en el relato. Pero los 45 Km de pista (ripio, en español-argentino) desde Yacanto hasta Cerro de los Linderos es mucha tela.

El track del gps acababa aquí. Tenía el waypoint de la cima del Champaquí, hacia el norte, pero no tenía el sendero y, mirara por donde mirara, no veía marcas, hitos o señales. Desde el aparcamiento hacia el norte un grupo de grandes piedras pero no veo por donde bajarlas. Me senté en un murete de piedra junto al coche y me fijé en el aparcamiento que hay más abajo (cuando subía lo deseché ya que se accedía por una zanja un tanto grande para mi pequeño VW GOL, sí, gol, sin F). Hace fresquito y la niebla está algo meona de forma que el chubasquero se agradece.

Al aparcamiento inferior llegaron 2 todoterrenos. Un montón de gente bajó y, tras colocarse los chubasqueros, se introdujeron entre dos rocas. Mira por donde empieza el sendero!!

Justo antes de levantarme se arrimó este pajarito. Al momento apareció su pareja y ambos se fueron debajo del coche, buscando el calor del motor.

Retrocedí por la pista para bajar al otro aparcamiento y, por el paso entre las rocas, comencé a descender, poco, unos 25 m de desnivel. Enseguida alcancé al grupo al que me uní porque, aunque tras el paso el camino estaba bien identificado con hitos, llevaba todo el día solo y un poco de conversación me vino muy bien.

Tras el leve descenso, una suave subida. El guía paraba continuamente para comprobar que no se le perdía nadie. Bien, era gente poco preparada, caminaban con alpargatas de tela. Pero al guía, digamos hermoso, le pesaban las cuestas. Me comentó que subía todos los días y que cada vez le costaba más trabajo respirar a esa altura. Le dije que en el valle usara menos el coche y que resolvería su problema. Se rió complaciente. Paramos de nuevo y el guía nos mostró esta roca peculiar, a la que denominó el “urinario de los dinosaurios”.

Un repecho más y ahora se trata de superar esto

Buscando los pasos con mucho cuidado, pues la piedra estaba muy mojada, vamos ascendiendo. Las zapatillas nuevas agarran fenomenalmente.

En este punto se quedó el guía, que tenía el día tonto y andaba fatigado: “Subo todos los días pero hoy me quedo aquí”.
Llegamos a la cima, 2.800 metros exactos según el gps, con forma de cráter, una lagunilla en medio y llena de estatuillas, placas, antenas …

Con forma de cráter, sí, pero no es volcánico sino un capricho del granito.

Y niebla. Vistas cero. Se suponía que hacia el oeste veríamos la provincia de San Luis y hacia el este todo el valle de Calamuchita. Parece que se abre un poco y aparece el Dique de las Viñas.

Pero poco más. Me leí todas las placas, una en memoria de los fallecidos en un accidente de aviación cerca de aquí, otra conmemorando los 25 años del Club de Montaña San José de Córdoba, otra de unos cadetes de no recuerdo que cuerpo…
Todo lo que podía conseguir ya estaba en las tripas de la cámara, como esta planta

Me despedí del grupo excursionista y empecé el descenso. El guía estaba recuperado y charlé un rato con él:
- “Una pena la niebla”.
- “Sí, una pena”.
- “Gallego, que te vaya bien”, se despidió.

Los 1.300 metros de distancia que separan el Champaquí de Cerro de los Linderos lo hice rápido, casi corriendo. Me subí al coche y de vuelta para Santa Rosa. Aunque tenía hambre, me propuse comer en Yacanto y no paré en el collado de los Tres Arboles. A partir de ese punto la niebla se puso especialmente espesa y tuve que disminuir el ritmo.

Y en Yacanto comí, cerca de las 4 de la tarde, una parrillada argentina, postre, vino y café por 11 euros.

El fin de semana libre en Calamuchita se acabó pero habría cambios en la planificación. Unos cambios para los que tendréis que esperar porque tengo que terminar el relato.

 

[picapinos]

Menudo relato "gallego", que pena de niebla, porque si vas por un camino conocido o semiconocido con niebla como que no te importa tanto como cuando si vas sin conocer el terreno o localidad y no te enteras de naaaa, buenas fotos compi.

 

[cuqui]

Comida no subiste pero si con dos objetivos....!qué pena de niebla!

Por cierto, subes hasta casi 2800m en coche, !vaya lujo!.

Muy bien trasmitido, yo realmente pensaba que estabas andando pero estaba flipando con el desnivel que llevabas y sin llevar comida...(yo no me plantearía jamás un desnivel de más de 300m o más de 2 horas sin llevar nada de comer...una que necesita carburante cada poco como los niños).

Claro que lo entendí cuando te bajaste del coche.

Es una pena que cuando viajas a sitios lejanos no haya algún compañero que comparta tus gustos, supongo que disfrutarías el doble.

Muchas gracias por el relato y las fotos..quedamos a la espera de lo siguiente.

 

[kraus]

No se si hubiera podido subir a pata sin comida o si no me hubiera hecho falta comer nada, porque entre chinchulines, vacío, quitambre, costillar, bife de chorizo (tierno como el solomillo pero el doble de grande), bife de cuadril, cabrito, etc de la buena parrilla argentina, empanada criolla, panqueques de dulce de leche, alfajores (en esta provincia presumen de hacer los mejores) .... digamos que me he puesto algo crecido de cintura, jejejeje.

 

[kraus]

Una nueva oportunidad

Una nueva oportunidad

Acabamos el trabajo un día antes de lo previsto y los alemanes decidieron adelantar la vuelta. Yo no, dado que me tenía que quedar la siguiente semana en Buenos Aires preferí disfrutar un día más de la tranquilidad del valle.

Amaneció despejado. Tras el desayuno me despedí de los alemanes, quizás nos viéramos de nuevo en otro proyecto quién sabe dónde.

Desde la terraza de la habitación me fijé en la Sierra Grande, toda despejada excepto una nube pegada justo en Cerro de los Linderos y Champaquí. Seguro que cuando apretara el sol se disipaba y decidí subir de nuevo. Compré en un almacén bebida y unas galletas y partí hacia Yacanto. Desde allí por la pista para arriba, muy deprisa recordando mi época de rallies. Pensaba que el calor del sol disiparía las nubes cimeras, sí, pero después provocaría nubes de evolución. Cuanto antes estuviera arriba mejor.

Vi un todoterreno parado en un lado del camino y gente tirando fotos del paisaje. Reduje la marcha y al pasar a su lado oigo: “GALLEGOOOOO”. Ostris, el guía del domingo pasado, con un nuevo grupo de excursionistas. Paré para saludarle y le conté mis planes: “Me hablaste tanto de las maravillosas vistas desde la cima que quiero intentarlo de nuevo”. Me dijo que sí, que esas nubes desaparecerían, seguro. “Nos vemos en la cima”.

Subí a todo lo que daba el pequeño Volkswagen, solo bajando la velocidad en las curvas sin visibilidad y para pasar los vados. Fui el primero en llegar a Cerro de los linderos. Solo cogí la cámara, el teleobjetivo y el chubasquero y me fui para el Champaquí, con niebla y sin prisa. Pero esta vez no es densa. Por primera vez veo el valle del río Tabaquillos

Voy tirando fotos por el camino

Hasta llegar al macizo rocoso de la cima. Según estoy trepando veo que el busto del General San Martín está iluminado por el sol

Sigo sin tener vistas pero ya estoy convencido de que se está disipando.

La espera es entretenida pues una pareja de aves está interesada en el sonido de mi cámara cuando enfoca lo que me permite obtener un conjunto de fotos con todo tipo de detalles.

Ya se está abriendo más, es el momento de usar el minitripode para retratar el momento

Y por último, se despejó, justo cuando llegaba a la cima mi guía favorito con su grupo excursionista.

- ¿Has subido un poco deprisa, eh?
- Si, un poco.
- Pues ten cuidado al bajar, que ahora empieza a subir mucha gente.
- Bajaré despacio, no tengo prisa por acabar el día. Y tengo que tirar muchas fotos que hasta ahora solo he visto niebla.

Mientras que charlaba con la familia fui tirando fotos del paisaje, que no son fieles testigos de la magnitud de la vista (I’m sorry):

Hacia Calamuchita, Embalse del Río Tercero

Santa Rosa de Calamuchita, y la Sierra Chica

Y hacia San Luis, Villa Dolores

y Yacanto de San Luis (no es el Yacanto por el que pasé a la mañana)

Más al sur de esta llanura y perdida completamente en la lejanía empieza la Pampa (sería a la izquierda de la foto)

Ya lo había conseguido y estaba contento. Me despedí de los excursionistas pero les dije que seguro que me alcanzarían en la bajada. No tenía ninguna prisa por volver al hotel.

Y poco a poco, disfrutando de cada paso, cada flor, cada piedra, comencé el retorno. Un retorno no falto de agradables sorpresas ...

 

[dapedre]

Muy chulo Kraus, has aprovechado la oportunidad de conocer aquellos parajes. Enhorabuena.

 

[kraus]

El Retorno

El Retorno

Bajé la mole granítica del Champaquí pero no fui para el Cerro de los Linderos. Ya había visto que, justo al pie, unos hitos marcaban un camino que se dirigía hacia el oeste. Los seguí, entrando en una hermosa pradera, con un pequeño ibón, donde 2 caballos y 1 mula pastaban. La pradera limitaba con grupos rocosos y el camino bajaba entre ellos. Me senté un momento para decidir que no iba a bajar, que me volvía.

Una rapaz salió por detrás de las rocas... click click y empezó a girar como curioseando ... click click hasta, en uno de los giros, pasar realmente cerca ... click

Seguro que alguna habrá salido buena, pensé. El planeo de las grandes aves es siempre majestuoso y majestuosamente se perdió en el horizonte.

Emprendí el camino a Cerro de los Linderos. A mitad de camino veo, hacia el este varios cóndores que buscan las térmicas para elevarse. Están lejos pero distingo claramente el collar blanco del cuello y, en los giros, la parte superior de las alas parcialmente blancas. Un vuelo que me llevó hasta mi Pedriza, donde todos los días veo el remontar de los buitres leonados. Pero ahora son cóndores. Tiro alguna foto por decir que lo he hecho. Me senté en una roca a disfrutar del momento, viendo como se elevaban. Por suerte, un ejemplar venía rezagado y se encontraba más bajo. Click click. Sigue estando lejos pero algo se ve.

El cóndor pasó y yo volví al coche. Comí galletas y bebí refresco de manzana (marca levité, el único no gaseoso) en un aparcamiento lleno ahora. Subi detrás de la caseta porque Marcelo, que así se llama el guía, me había dicho que había un cortado de 1.200 m. Y joer que lo había, que no me pude acercar. Ya sabéis, algunas veces el vértigo aparece sin avisar y me recorrió un escalofrío por el cuerpo. Me quedé a un par de metros y, en un ataque de valentía, me arrimé un poquito para comprobar que:

1.- No se si serían 1.200 m de caída pero la caída era la leche.
2.- Que el vértigo no se me había pasado.

Volví al coche y empecé a bajar. Paraba de ven en cuando, para tirar una foto, para mear, para fumar un cigarrito. En una de estas pasó Marcelo con los excursionistas: "Adiós gallegoooooo".

Enseguida les alcancé, pues habían parado en el refugio del collado de los 3 Arboles. Otra charlita mientras que una niña atendía el kiosko:

- "¿Que tenés para comer?"
- Solo me quedan galletas

Noooooo, no más galletas. El padre de la familia excursionista me dijo: "no te preocupes, nos han sobrado milanesas" (filete de ternera empanado). "Tomá los bocadillos que quieras". A propósito, su papá era gallego de verdad, de Galicia.

Marcelo, el guía, me dijo que a poco de Yacanto había una residencia de vacaciones con muchas banderitas a la puerta donde podría comer.

Ellos partieron y yo me quedé comiendo el bocata mientras que las gallinas me rodeaban.

Y volvimos a encontrarnos, en el restaurante de la residencia de vacaciones.

Allí compartimos café y tarta (deliciosa por cierto) que quise pagar y, tras alguna discusión, lo conseguí. Charlamos de como manejan sus autos, de España y de Argentina -sus comidas, sus culturas. Un colibrí revoloteaba en las flores, al otro lado de la ventana.

Ahora nos despedimos de verdad, con abrazos y besos, como si nuestra amistad fuera de toda la vida.

"Que tengas suerte, gallego. Si vuelves por aquí pregunta por mi en Villa General Belgrano"

"Lo haré, Marcelo, lo haré. Y tu cuidate, no te vayas a quedar sin negocio"

Los ví marchar pero me sentía bien, muy bien. El Cóndor Pasó pero en Calamuchita nunca me sentí solo.

 

[kraus]

Muy chulo Kraus, has aprovechado la oportunidad de conocer aquellos parajes. Enhorabuena.

Yo ya he contado mi experiencia. Estarás preparando el relato de la tuya ¿verdad?.

 

[dapedre]

Poco a poco, de momento estoy filtrando las 350 fotos y falta que me pasen las 3 horas de video. Tenemos material como para una boda . Asi que de momento estoy redactando el relato en el Word para despues pegar las fotos.

 

[picapinos]

Esta segunda parte del relato me ha gustado mas que la anterior, pero que sepas kraus, que lo que hay que hacer es leer todo seguido, y es lo que voy a hacer cuando tenga tiempo, por cierto he estado mirando la svenson y creo que es de la familia de de los falco, y se parece bastante al halcon de leonor, tu que opinas?.

 

[picapinos]

Poco a poco, de momento estoy filtrando las 350 fotos y falta que me pasen las 3 horas de video. Tenemos material como para una boda . Asi que de momento estoy redactando el relato en el Word para despues pegar las fotos.

Piano,piano amichi.

 

[picapinos]

Esta segunda parte del relato me ha gustado mas que la anterior, pero que sepas kraus, que lo que hay que hacer es leer todo seguido, y es lo que voy a hacer cuando tenga tiempo, por cierto he estado mirando la svenson y creo que es de la familia de de los falco, y se parece bastante al halcon de leonor, tu que opinas?.

Se me olvido decir que las fotos de los pajaros son preciosas, ante todo.

 

[picapinos]

Este si que es un buen pajaro , y en vias de extincion je,je

 

[picapinos]

Y este debe de ser el Zorzal calamuchito

 

[DONALD]

Sabíamos que eres un buen narrador, este relato parece
hecho por National Geogrhafic, que pasada chico como sigas así alguno se le pone los dientes largos, que suerte

hacer senderismo en otra parte del globo y gracias por brindar con nosotros ,yo como mucho mi voz a llegado por ahí. jejjeje


Veo que ya no soy el único que le persigue la niebla y has tenido que ir a la calmuchita para comprobar .jejeje

acojona bastante y más si vas sólo.


Oye el letrero dan ganas de llevartelo y muy bien elaborado , lo que esta claro el negocio manda y el guia también debería informar para ir hacer,una ruta un calzado apropiado no crees.


Como tú decias aunque es verano es época de lluvia ,igual ocurre en los pirineos centrarles que bienen del Atlántico.


Sin duda una esperiencia inolvidable y alli tu relato y que tú sabes sacar el mayor partido, yo te digo


QUE BUENO QUE VINISTES en mención de un jugador del barça era argentino y nos classificó y allí esta frase

QUE BUENO TENEMOS VOS ACÁ

 

[kraus]

Me da alegría verte por el Campo Base, DONALD, que últimamente te prodigas poco. ¿Que tal el esquí en Molins?

Volviendo a Calamuchita, en los días de diario, visitando pueblos y lugares, también hice algunas fotos de aves:

Fijaros que lleva un pez en las garras.

¿Y este mochuelo de costumbres diurnas?

Además, no estaba solo

Se me ha olvidado poner el enlace a todas las fotos:

Image hosting, free photo sharing & video sharing at Photobucket

 

[kraus]

Esta segunda parte del relato me ha gustado mas que la anterior, pero que sepas kraus, que lo que hay que hacer es leer todo seguido, y es lo que voy a hacer cuando tenga tiempo, por cierto he estado mirando la svenson y creo que es de la familia de de los falco, y se parece bastante al halcon de leonor, tu que opinas?.

La silueta es más bien de un águila pequeña, como el ratonero. Antes de que se acercará le pillé una foto de espaldas, en la que se ve de color marrón.

Marcelo me dijo que había dos tipos de águila, que ellos llaman el águila blanca y el águila gris. Cuando le enseñé la foto dijo sin duda: águila blanca. Evidentemente, los nombres locales no sirven casi nunca para localizar la especie en cuestión.

El pajarraco del pecho rojo (el macho lo inflaba de vez en cuando) es solo un poco más pequeño que una perdiz.

 

[la marmota]

La silueta es más bien de un águila pequeña, como el ratonero. Antes de que se acercará le pillé una foto de espaldas, en la que se ve de color marrón.

Marcelo me dijo que había dos tipos de águila, que ellos llaman el águila blanca y el águila gris. Cuando le enseñé la foto dijo sin duda: águila blanca. Evidentemente, los nombres locales no sirven casi nunca para localizar la especie en cuestión.

El pajarraco del pecho rojo (el macho lo inflaba de vez en cuando) es solo un poco más pequeño que una perdiz.

He estado un poco de tiempo sin entrar en campo base y hoy entro y me encuentro con esto, joer que pasada

La narración de categoria, me as hecho pensar que el camino lo hacias andando

Las fotos bien en su medida ( tranqui que no te las voy a destripar, jeje )

Bueno kraus, gracias por las fotos y el relato, espero que sigas disfrutando

saludos cordiales

 

[DONALD]

Me da alegría verte por el Campo Base, DONALD, que últimamente te prodigas poco. ¿Que tal el esquí en Molins


Con la tecnologia hoy en dia y avisados que estaban por los medios de comunicación lo que se avecina, una verguenza ,os diré el director general de protección civil
vive en Marresa y va a barna en tren, ese señor debería haber pasado la noche en vela y no es todo en conseller Saura haciendo un bolo en Palma Mallorca, por favor una verguenza.


Suerte el dia después salió el sol, en mi pueblo ni siquiera tirarón sal , las aceras estaban peligrosas, y yo pregunto los de la limpieza podían haber colaborado.

Un caos tremendo y vegonzosos, siempre hemos de hacer las cosas cuando ya es tarde ,nunca aprenderemos la lección .

Nevada sólo fué 20 cm en mi pueblo,yo recuerdo entonces tenía seis años cayó un metro de nieve eso es nevar.

Bueno no quiero aburrirte Kraus, intentaré estar por aqui
en vez en cuando ok

 

[tenere]

Aunque tarde acabo de leer el relato, y como bien dice Pica de un tirón sabe mejor, y tambien confieso que en la primera parte me has logrado engañar pensando que subias andando, por supuesto desconocia el kilometraje.

De la narración y las fotos que lo acompañan fenomal, tal como nos tienes acostumbrado. en esta "excursión profesional" parece que has disfrutado mas que en otras, apesar de la soledad.

"Gallego, haciendo rallye por la Argentina con el GOL" tendrian visibilidad las pistas, pues encontrarte un todoterreno por las pistas es casi tan impactante como la caida que comentas.

Sobre la cantidad de aves que nos has puesto ahora cogere alguna guia e intentare identificar alguna.

 

[kraus]

"Gallego, haciendo rallye por la Argentina con el GOL" tendrian visibilidad las pistas, pues encontrarte un todoterreno por las pistas es casi tan impactante como la caida que comentas.

Que nooooooo, que uno es locuelo pero no tanto. Sin visibilidad=despacito.

Sobre la cantidad de aves que nos has puesto ahora cogere alguna guia e intentare identificar alguna.

A ver si nos ilustras. En las guías que tengo en encontrado 0 similitudes.

 

[tenere]

Una rapaz salió por detrás de las rocas... click click y empezó a girar como curioseando ... click click hasta, en uno de los giros, pasar realmente cerca ... click

Esta imagen ha sido redimensionada. Haga click para verla en su tamaño original

Fotografia extraordinaria, esta rapaz aunque diferente a las europeas me comentan que es un "buteo" ratonero, incluso el del pez tambien.

 

[tenere]

Sigue estando lejos pero algo se ve.



Se identifica perfectamente por la gorguera que es un macho.