Yo creo que hay dos claves que diferencian el comportamiento en un camping y en, pongamos por ejemplo, un hotel.
El primero la necesidad, raro es que no haya algún vecino de camping o nosotros mismos que necesitemos algo, un cable, un martillo, lo que sea. Eso te da pie a entablar una conversación.
Lo segundo y probablemente más importante es que estamos gran parte del tiempo en nuestro "territorio" pero a la vista de todo el mundo. Si tu hijo se hace amigo de otro niño, tarde o temprano los padres pasarán por delante y algo os dirán. En un hotel lo de ir llamando a las puertas para saludar se me hace feo.
Al final un camping por muy grande que sea me recuerda siempre al típico pueblo de hace años donde todos los vecinos estaban sentados a las puertas de sus casas y todo el mundo se conocía, con lo bueno y lo malo que eso tiene.
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