
Quise decir duchas...
Bueno, ya hace rato que duermen las niñas y al fin estamos relajados los padres...
Yo también me alegro de que los resfriadillos y griposos vayan saliendo adelante.
María y yo hemos disfrutado de una tarde de sábado con amigos alrededor de una buena mesa a base de migas y de un domingo de senderismo a su paso. El caso es que para tener tres años, hoy ha caminado muchísimo, dos horas de subida por una pista de montaña y sendero de bosque y casi otra hora de bajada hasta que me ha dicho que ya estaba cansadita... Entonces la he subido a la mochila y ahí mismo se ha echado su siestecita hasta que hemos llegado a la caravana de nuevo.
Es curioso, pero cuando vamos los cuatro no aguanta tanto... Tampoco se porta tan bien como lo ha hecho estos dos días. No ha llorado, no ha protestado por nada, ha comido bien, no ha tosido... No me imaginaba que iba a ser tan fácil pasar dos días sólo con ella. En el coche, no me ha dicho que se aburría, ni me ha preguntado cuándo íbamos a llegar, tampoco ha vomitado y el camino era el propio... En fin, que vuelvo encantado. Repetiré en cuanto pueda.
En casa la experiencia también ha sido buena, las dos mujeres estaban muy contentas de haber podido disfrutar de estar juntas...