merce
La chica del Café
Reconozco que me he reído aunolose con tu anécdota. Yo tambien tengo otra, cuando yo era pequeña en algunas partes de la desembocadura había zonas pantanosas y con remolinos de agua. Una samigas ay yo nos fuiemos a dar una vuelta lejos de donde teníamos la caseta de nuestros padres. Bien, en una zona había un cartel que decía: "Prohibido bañarse" Como buenas adolescentes, decidimos que ahí precisamente era el sitio ideal para bañarnos, sin hacer caso al cartel, creo que ni lo miramos. Llegó un momento que no podíamos salir, el agua nos cubría y la corriente nos llevaba hacia dentro, por más que nadábamos no nos movíamos del sitio. Así que un señor nos tuvo que sacar una a una, ya estábamos cansadas. Una de mis amigas nadaba fatal, la otra mejor y yo me defendía. Al final nos quedamos en la orilla soltando agua, un montón de gente mirando y echándonos la bronca. Un numerito, vaya.