Mi contraria está empeñada en que vayamos descalzos por dentro, pero yo no lo veo, en verano llevo unas sandalias, no me gustan las chanclas para la calle, entonces quieras que no, tienes que agacharte para quitarlas, dejarlas más o menos bien y no en medio donde se puede pisar, todo esto en la p..a calle y si hay cesped, pues vale, pero si es gravilla te clavas las piedras, una alfombrillan me dirán algunos, pues vale... otro trasto diré yo... en invierno la cosa se complica, nosotros entonces salimos poco, pero es comparable a llevar zapatillas cerradas o zapatos, descálzate fuera, haciendo malabares, o sentado en una silla para hacerlo cómodo y luego... descalzo y con frío... como somos cuatro y dos niñas, las zapatillas y zapatos acaban unos encima de otros, y se ensucian, para que no pase mi contraria pone unas cajas de plástico, que hay que cerrar y que abrir...
Lo siento, no trago, si lo soporto es por ella, pero yo entro con lo que lleve puesto, salvo que estén llenas de barro o haya pisado una plasta. Cuando me las quito ando, ahora sí, con chanclas, que están siempre dentro salvo cuando voy a ducharme y dejo mis zapatos/sandalias/botas, en un rincón que hay entre la cama y la pared del baño. mi contraria las deja en el hueco que hay al final de la cama en otro hueco que hay, y las niñas, como solo puede haber un par de cada uno dentro y solo están sueltas al ir a dormir debajo de la mesa del comedor, o en el rincón que hace la escalera de las literas con el comedor.
El resto del calzado sí que lo llevamos en cajas, durante el viaje van en el coche para poder sacarlos sin dificultad.