garoppa
locuaz
Han sido unas estupendas vacaciones por París, Eurodisney, Castillos del Loira, Parque du Puy du Fou, Bahía de Arcachón y Dune du Pyla, con final para descanso en Castell d'Aro.
Pero a estas vacaciones solo puedo reprocharle un desagradable incidente.
Nos encontrábamos alojados en el Camping Le Bois de Boulogne en París, ese día habíamos ido a Eurodisney y al regresar al camping nos encontramos con el final de una tormenta, al llegar a la caravana, contemplamos apenados como nuestro toldo Fiamma F45i se encontraba inclinado hacia un lateral, una rama se había desprendido de un arbol cayendo justo sobre el toldo, con el impacto se había doblado el tirante central de aluminio de refuerzo, y se había roto la rótula de una de las patas, provocando la caída de ese lateral del toldo y varios desperfectos.
Inmediatamente me fuí a dar parte a recepción, dónde muy amablemente me dijeron que pasara al día siguiente para ver al director y hacer un parte para el seguro. Yo por mi parte exigí que un empleado viniera a ver la escena para poder confirmar mi versión al día siguiente. Hice multitud de fotografías y recogí el toldo.
Al día siguiente por la tarde pude ver al director, el cuál vino para ver la escena y me dió la razón, pero me comentó que el nada podía hacer, ya que los árboles pertenecen al ayuntamiento de París y que les iba a dar parte a ellos, les llamó y me confirmó que vendrían a las 9 de la mañana del día siguiente.
A las 9 se presentaron dos personas responsables de ese área del ayuntamiento, miraron la rama en el suelo, y se pusieron a buscar la rotura en el arbol del que se había desprendido, localizada la rotura, inmediatamente se pusieron a la defensiva con teorías como que no era posible que esa rama hubiera impactado sobre el toldo, que había sido el viento el causante del hundimiento, a lo que yo respondí que las piquetas aún seguían perfectamente clavadas, que el viento no podía haber sido, ya que el toldo era mucho más resistente que las frágiles tiendas que teníamos alrededor y sin embargo a estas no les había pasado nada, les explique como podía con toda seguridad haber pasado, a lo que me contestaron que si yo era adivino, ¡los muy impresentables! les pregunté por el périto del seguro, me dijeron que allí no iba a venir ningún périto, y que ellos darían un parte diciendo que no creían que hubiera sido la rama. Incluso se atrevieron a insinuar que yo había preparado la escena colocando la rama para simular el accidente, a lo que les contesté preguntándoles si eran adivinos. En todo este proceso el Director del Camping no me defendió, aunque tampoco les dió la razón, pero asintió ante la posibilidad de que alguién hubiera puesto la rama allí antes de mi llegada.
Los impresentables se marcharon tan frescos dejandome los datos del departamento y yo le dije al director que quería poner una reclamación, este dió la orden de que se me facilitara la documentación necesaria y junto a un empleado me ayudarón a cerrar el toldo y a asegurarlo para poder seguir viaje.
Después de hacer la reclamación, fuí a poner una denuncia ante el consulado Español, donde me trataron con mucho interés y atención, se quedaron con copia de las fotos, de la factura del camping y de la reclamación, me dijeron que legalmente no pueden hacer nada aunque pueden presionar para exigir una respuesta técnica y detallada por escrito del suceso y su resolución.
No pienso dejar esto así, ahora voy a ir a la oficina de defensa del consumidor, a la OCU y a todos los lugares donde por lo menos pueda hacer ruido o presión, aunque todo esto contra un Ayuntamiento Francés como el de París no sirva para nada, por lo menos no me habré quedado quieto y nadie me habrá quitado mi derecho a pataleta.
Que lástima que una ciudad como París de tan mala imagen por un pequeño suceso.
Pero a estas vacaciones solo puedo reprocharle un desagradable incidente.
Nos encontrábamos alojados en el Camping Le Bois de Boulogne en París, ese día habíamos ido a Eurodisney y al regresar al camping nos encontramos con el final de una tormenta, al llegar a la caravana, contemplamos apenados como nuestro toldo Fiamma F45i se encontraba inclinado hacia un lateral, una rama se había desprendido de un arbol cayendo justo sobre el toldo, con el impacto se había doblado el tirante central de aluminio de refuerzo, y se había roto la rótula de una de las patas, provocando la caída de ese lateral del toldo y varios desperfectos.
Inmediatamente me fuí a dar parte a recepción, dónde muy amablemente me dijeron que pasara al día siguiente para ver al director y hacer un parte para el seguro. Yo por mi parte exigí que un empleado viniera a ver la escena para poder confirmar mi versión al día siguiente. Hice multitud de fotografías y recogí el toldo.
Al día siguiente por la tarde pude ver al director, el cuál vino para ver la escena y me dió la razón, pero me comentó que el nada podía hacer, ya que los árboles pertenecen al ayuntamiento de París y que les iba a dar parte a ellos, les llamó y me confirmó que vendrían a las 9 de la mañana del día siguiente.
A las 9 se presentaron dos personas responsables de ese área del ayuntamiento, miraron la rama en el suelo, y se pusieron a buscar la rotura en el arbol del que se había desprendido, localizada la rotura, inmediatamente se pusieron a la defensiva con teorías como que no era posible que esa rama hubiera impactado sobre el toldo, que había sido el viento el causante del hundimiento, a lo que yo respondí que las piquetas aún seguían perfectamente clavadas, que el viento no podía haber sido, ya que el toldo era mucho más resistente que las frágiles tiendas que teníamos alrededor y sin embargo a estas no les había pasado nada, les explique como podía con toda seguridad haber pasado, a lo que me contestaron que si yo era adivino, ¡los muy impresentables! les pregunté por el périto del seguro, me dijeron que allí no iba a venir ningún périto, y que ellos darían un parte diciendo que no creían que hubiera sido la rama. Incluso se atrevieron a insinuar que yo había preparado la escena colocando la rama para simular el accidente, a lo que les contesté preguntándoles si eran adivinos. En todo este proceso el Director del Camping no me defendió, aunque tampoco les dió la razón, pero asintió ante la posibilidad de que alguién hubiera puesto la rama allí antes de mi llegada.
Los impresentables se marcharon tan frescos dejandome los datos del departamento y yo le dije al director que quería poner una reclamación, este dió la orden de que se me facilitara la documentación necesaria y junto a un empleado me ayudarón a cerrar el toldo y a asegurarlo para poder seguir viaje.
Después de hacer la reclamación, fuí a poner una denuncia ante el consulado Español, donde me trataron con mucho interés y atención, se quedaron con copia de las fotos, de la factura del camping y de la reclamación, me dijeron que legalmente no pueden hacer nada aunque pueden presionar para exigir una respuesta técnica y detallada por escrito del suceso y su resolución.
No pienso dejar esto así, ahora voy a ir a la oficina de defensa del consumidor, a la OCU y a todos los lugares donde por lo menos pueda hacer ruido o presión, aunque todo esto contra un Ayuntamiento Francés como el de París no sirva para nada, por lo menos no me habré quedado quieto y nadie me habrá quitado mi derecho a pataleta.
Que lástima que una ciudad como París de tan mala imagen por un pequeño suceso.