Hola foreros, este es el relato de los problemas que hemos tenido con la compañía aseguradora y el servicio de asistencia. Lo que me motiva a escribir este relato es por un lado advertir a los campistas que están asegurados con Arag de las cláusulas que les aplicarán en caso de avería y por otro lado denunciar públicamente las prácticas de esta compañía.
Nos movemos con una furgoneta Volkswagen transporter y una caravana Knaus 400 LK, el que escribe, su señora y tres niños. Los seguros de la furgoneta y caravana los hemos contratado con la correduría Zalba-Caldú, y a través de estos, el servicio de asistencia lo tenemos "cubierto" con Arag.
Nos encontramos acampados en Cancale, de visita en la ciudad de Saint Maló, cuando nuestra furgoneta se para de camino al camping. La grúa recoge la furgoneta y un taxi nos traslada al camping. Es viernes, por lo que hasta el lunes no sabremos qué problema tiene la furgoneta. El lunes nos enteramos de que la furgoneta está en el concesionario oficial de Volkswagen en Saint Maló, y no será hasta el martes para que nos enteremos de que se ha roto la correa de transmisión y el motor está muy dañado; diez días de reparación por lo menos y un presupuesto aproximado de 10.000 laureles.
Con este panorama, y el niño pequeño con una fiebre persistente que no remite, optamos por volver a casa. Una grúa recoge la caravana del camping y nosotros, después de pasar por el taller de Volkswagen y abonar 140 euros en concepto de análisis de avería, nos montamos en cuatro taxis y dos trenes y al cabo de 24 horas de viaje llegamos a casa. La asistencia ofrecida por los agentes de París ha sido excelente en todo momento.
Un poco antes de llegar en casa, recibo la llamada telefónica de un agente de Arag para comunicarme que no se hacen cargo de la repatriación de la furgoneta y de la caravana. Alega que para poder rescatar la furgoneta, se deben cumplir dos condiciones, que se encuentran recogidas en el documento de condiciones generales (apartado 6.7):
1- Que el tiempo necesario para reparar el automóvil exceda de las 72 horas.
2- Que la cuantía de la reparación no sea superior al valor venal del vehículo.
Me pongo a llamar por teléfono a todo el mundo, y obtengo las siguiente respuestas:
* Arag se mantiene en sus trece. Es una cláusula del contrato y no hay vuelta de hoja. Me sugieren que me haga cargo de la repatriación, consiga una reparación mas económica que el valor venal de la furgoneta y presente ante ellos una petición de abono de los gastos de traslado.
* Desde Zalba-Caldú me aseguran que el asunto está en dirección y que están en contacto con Arag para resolver el asunto. Ya han transcurrido 10 días desde la avería cuando me comunican que Arag no asumirá la repatriación de los vehículos.
* El abogado de la OCU me sugiere que obtenga todos los documentos que den fe del valor de la reparación, cálculo del valor venal y estudie la posibilidad de realizar una denuncia. También me sugieren que asuma la repatriación de los vehículos e intente recuperar el gasto del traslado.
Ante todo esto, me gustaría realizar las siguientes consideraciones:
1- Si bien es verdad que las condiciones de la póliza se me enviaron como documentación del contrato, también es cierto que con anterioridad a la firma no se me informo de tales "peculiaridades". Una vez más se confirma que el diablo se encuentra en los detalles.
2- Considero que la cláusula que aplica el criterio del valor venal, responde únicamente a la voluntad de la compañía de eliminar de facto una cobertura que ofrecen de antemano. En buena lógica se puede comprender que la compañía de asistencia limite la repatriación de vehículos cuya reparación no implique gastos elevados, pero asociar la posibilidad de repatriar un vehículo a que el valor de la reparación del mismo no supere el valor venal, es una práctica cicatera y maliciosa. También quisiera indicar que en ningún momento Arag ha ofrecido documento alguno que avale la veracidad de sus valoraciones económicas, tanto el presupuesto aportado por el concesionario como el cálculo del valor venal del vehículo.
3- En el caso de siniestros que ocurren en países de mayor nivel de renta, para el cálculo de la reparación se aplican los presupuestos realizados en el país del siniestro, pero la determinación del valor venal se hace en base a la realidad económica española. Me entran sudores de pensar lo que puede ser pedir un presupuesto de reparación en Suiza.
4- La solución que propone Arag es que me haga cargo de la repatriación de mi furgoneta y de mi caravana y que aporte una factura de reparación de la furgoneta que pueda cumplir con los dos supuestos citados anteriormente para que pueda ser reembolsada la repatriación. En este caso, vuelvo a estar en completa desventaja frente a Arag: son ellos los que determinan el valor venal del vehículo, sin la intervención de una tercera parte que aporte algo de imparcialidad, y por tanto, está en su mano establecer cualquier valor económico que les permita acogerse a su
dichosa cláusula.
5- Aunque la caravana tiene su propia póliza, desde Arag dicen que al no estar averiada, no se puede utilizar el servicio de rescate de la caravana; literalmente "la caravana va donde va la furgoneta, y si la furgoneta está en Francia, pues allí se queda.". Han pasado 6 días desde que la grua recogió la caravana, y tengo pesadillas al visualizar el estado de un frigorífico lleno de yogures, embutido y una barra de mantequilla bretona que lleva desconectado 6 días.
6- Cuando el agente de Zalba-Caldú me comenta que no hay nada que hacer con Arag, le indico que no volveré a contratar póliza alguna con ellos. El agente me indica que puede ofrecerme alguna póliza que no recoja la cláusula aplicada por Arag. Aun no me lo puedo creer.
Perdonad la chapa, pero si alguien está asegurado con Arag, que sepa con lo que se pueda encontrar. Con la correduría Zalba-Caldú también estoy decepcionado: son ellos los que han contratado estos seguros para nosotros y los que en ningún momento nos han advertido de las peculiaridades (por decirlo suave) de la asistencia.
Ya hemos contratado una grúa que nos traerá la furgoneta y la caravana este próximo viernes.
Prometo foto de la nevera.
Nos movemos con una furgoneta Volkswagen transporter y una caravana Knaus 400 LK, el que escribe, su señora y tres niños. Los seguros de la furgoneta y caravana los hemos contratado con la correduría Zalba-Caldú, y a través de estos, el servicio de asistencia lo tenemos "cubierto" con Arag.
Nos encontramos acampados en Cancale, de visita en la ciudad de Saint Maló, cuando nuestra furgoneta se para de camino al camping. La grúa recoge la furgoneta y un taxi nos traslada al camping. Es viernes, por lo que hasta el lunes no sabremos qué problema tiene la furgoneta. El lunes nos enteramos de que la furgoneta está en el concesionario oficial de Volkswagen en Saint Maló, y no será hasta el martes para que nos enteremos de que se ha roto la correa de transmisión y el motor está muy dañado; diez días de reparación por lo menos y un presupuesto aproximado de 10.000 laureles.
Con este panorama, y el niño pequeño con una fiebre persistente que no remite, optamos por volver a casa. Una grúa recoge la caravana del camping y nosotros, después de pasar por el taller de Volkswagen y abonar 140 euros en concepto de análisis de avería, nos montamos en cuatro taxis y dos trenes y al cabo de 24 horas de viaje llegamos a casa. La asistencia ofrecida por los agentes de París ha sido excelente en todo momento.
Un poco antes de llegar en casa, recibo la llamada telefónica de un agente de Arag para comunicarme que no se hacen cargo de la repatriación de la furgoneta y de la caravana. Alega que para poder rescatar la furgoneta, se deben cumplir dos condiciones, que se encuentran recogidas en el documento de condiciones generales (apartado 6.7):
1- Que el tiempo necesario para reparar el automóvil exceda de las 72 horas.
2- Que la cuantía de la reparación no sea superior al valor venal del vehículo.
Me pongo a llamar por teléfono a todo el mundo, y obtengo las siguiente respuestas:
* Arag se mantiene en sus trece. Es una cláusula del contrato y no hay vuelta de hoja. Me sugieren que me haga cargo de la repatriación, consiga una reparación mas económica que el valor venal de la furgoneta y presente ante ellos una petición de abono de los gastos de traslado.
* Desde Zalba-Caldú me aseguran que el asunto está en dirección y que están en contacto con Arag para resolver el asunto. Ya han transcurrido 10 días desde la avería cuando me comunican que Arag no asumirá la repatriación de los vehículos.
* El abogado de la OCU me sugiere que obtenga todos los documentos que den fe del valor de la reparación, cálculo del valor venal y estudie la posibilidad de realizar una denuncia. También me sugieren que asuma la repatriación de los vehículos e intente recuperar el gasto del traslado.
Ante todo esto, me gustaría realizar las siguientes consideraciones:
1- Si bien es verdad que las condiciones de la póliza se me enviaron como documentación del contrato, también es cierto que con anterioridad a la firma no se me informo de tales "peculiaridades". Una vez más se confirma que el diablo se encuentra en los detalles.
2- Considero que la cláusula que aplica el criterio del valor venal, responde únicamente a la voluntad de la compañía de eliminar de facto una cobertura que ofrecen de antemano. En buena lógica se puede comprender que la compañía de asistencia limite la repatriación de vehículos cuya reparación no implique gastos elevados, pero asociar la posibilidad de repatriar un vehículo a que el valor de la reparación del mismo no supere el valor venal, es una práctica cicatera y maliciosa. También quisiera indicar que en ningún momento Arag ha ofrecido documento alguno que avale la veracidad de sus valoraciones económicas, tanto el presupuesto aportado por el concesionario como el cálculo del valor venal del vehículo.
3- En el caso de siniestros que ocurren en países de mayor nivel de renta, para el cálculo de la reparación se aplican los presupuestos realizados en el país del siniestro, pero la determinación del valor venal se hace en base a la realidad económica española. Me entran sudores de pensar lo que puede ser pedir un presupuesto de reparación en Suiza.
4- La solución que propone Arag es que me haga cargo de la repatriación de mi furgoneta y de mi caravana y que aporte una factura de reparación de la furgoneta que pueda cumplir con los dos supuestos citados anteriormente para que pueda ser reembolsada la repatriación. En este caso, vuelvo a estar en completa desventaja frente a Arag: son ellos los que determinan el valor venal del vehículo, sin la intervención de una tercera parte que aporte algo de imparcialidad, y por tanto, está en su mano establecer cualquier valor económico que les permita acogerse a su
dichosa cláusula.
5- Aunque la caravana tiene su propia póliza, desde Arag dicen que al no estar averiada, no se puede utilizar el servicio de rescate de la caravana; literalmente "la caravana va donde va la furgoneta, y si la furgoneta está en Francia, pues allí se queda.". Han pasado 6 días desde que la grua recogió la caravana, y tengo pesadillas al visualizar el estado de un frigorífico lleno de yogures, embutido y una barra de mantequilla bretona que lleva desconectado 6 días.
6- Cuando el agente de Zalba-Caldú me comenta que no hay nada que hacer con Arag, le indico que no volveré a contratar póliza alguna con ellos. El agente me indica que puede ofrecerme alguna póliza que no recoja la cláusula aplicada por Arag. Aun no me lo puedo creer.
Perdonad la chapa, pero si alguien está asegurado con Arag, que sepa con lo que se pueda encontrar. Con la correduría Zalba-Caldú también estoy decepcionado: son ellos los que han contratado estos seguros para nosotros y los que en ningún momento nos han advertido de las peculiaridades (por decirlo suave) de la asistencia.
Ya hemos contratado una grúa que nos traerá la furgoneta y la caravana este próximo viernes.
Prometo foto de la nevera.