A mi me gusta pensar utilizando, como dice Oxi, "la lógica del cabrón ladrón". Lo que ocurre es que cada labrón tiene su propia lógica...
Para que te roben, en primer lugar tiene que haber un ladrón. Creo que el 99,9% de la gente no lo son.
Después, el ladrón tiene que estar en horario "laboral". Creo que hay pocos ladrones a tiempo completo. Los hay que lo son las 24 horas del día, el típico descuidero, pero los hay más profesionales y sólo roban cuando salen a "trabajar".
Y los hay que tienen objetivos concretos, no roban todo, a todas horas y cualquier cosa, sino que son selectivos. Pueden entrar a una casa, regirar todos los cajones y no llevarse nada. ¿Merece la pena cargar con un pantallón de 46 pulgadas que nuevo vale 500 euros y de segunda mano no paga nadie ni 100? Más bien no. Ahí se queda. ¿Roban los edredones? ¿Los pijamas del cajón? ¿Los potitos del bebé? ¿La tostadora? Son cosas que no merece la pena robarlas.
En medio de la montaña, de un bosque, en una zona rural, etc... tienes muy pocas posibilidades de cruzarte con nadie, por lo que si te cruzas con alguien, las posibilidades de que sea un labrón, son pocas. Como esos entornos son pocos propicios para el mangui, lo normal es que el mangui esté "de vacaciones" como tu. Así que tampoco se va a cebar con lo que lleves. Eso explica mucho de lo que se comenta en los mensajes de más arriba.
Y metidos en faena, está la optimización del palo: no es necesario robarlo todo. Aunque cualquier chorrada sea susceptible de ser robada, lo normal es que haya cosas no-robables, porque no merece la pena. El chori es selectivo, tiene preferencia por el dinero, las joyas, la electrónica, determinados objetos de poco volumen y gran valor de reventa. Esto es un negocio y no se puede estar perdiendo el tiempo.
Vale finalmente, está la psicología del mangui. Si es fácil de robar, si está a tu alcance, probablemente es que no merece la pena ser robado. Y ni se molestan.
Toda la chapa es para explicar que quien duerme con las maletas fuera del coche es un buen conocedor de todos estos principios y sabe que una noche, en mitad de una carretera no hay muchas papeletas para la loteria del ratero -pescan en otras aguas- y que si por allí pasase un caco de servicio, no busca calcetines, sudados o no, ni camisetas, que es lo propio del equipaje y por lo tanto, no se va a molestar en rebuscar en bolsas y maletas puestas al alcance de su mano. Y sabe también que si un profesional quiere robarte, y es tu dia, tienes poco que hacer.
Sin embargo, yo que también conozco esa misma lógica, no dejaría mis cosas fuera. Y es que sé que hay manilargos que antes de profesionalizarse, hacen sus prácticas con pringados que ponen las cosas fácilonas. Puedes ser un listillo, pero tampoco es cosa de ir tentando a la suerte...