Te transcribo parte de mi diario del año pasado:
Sábado 5 de Agosto: Zarautz – Sarlat la Caneda
Después de las correspondientes operaciones de enganche salimos del Camping Zarautz a las nueve de la mañana para dirigirnos a nuestra gran segunda etapa: El Perigord. Tanto había leído de la gran cantidad de turistas que llenan la región y de la cantidad de caravanas y autocaravanas que circulan por allí, que en previsión de que el camping escogido, Camping Les Perieres, estuviera completo había preparado una lista de campings alternativos en un radio de diez kilómetros alrededor de Sarlat, ¡asombroso la lista era de 14 campings!.
El desplazamiento se hizo sin ningún tipo de incidencias, salvo las retenciones de la autopista en los alrededores de Burdeos.
Antes de llegar a Sarlat tuve la precaución de llamar por teléfono al susodicho camping y me confirmaron que tenían disponible, para dos noches, una parcela grande en la que cabían perfectamente las dos caravanas y los dos coches y que me la guardaban hasta que llegáramos.
La travesía de Sarlat fue en un atasco continuo ya que era el día de mercado semanal y tuvimos que cruzar todo su casco urbano.
Al llegar al camping nos atendió la dueña, una persona educadísima y amabilísima a la que le comunicamos que nuestra intención era quedarnos diez días, indicándonos que nos ubicásemos en la parcela que tenía libre en ese momento y ya que al día siguiente quedaba otra libre, prácticamente al lado, nos cambiásemos y ya podríamos estar los días que nos apeteciera.
Tanto la parcela en la que nos instalamos como la que quedaba libre al día siguiente eran grandísimas con espacio para las dos caravanas con sus toldos y los dos coches. Una vez ubicados, aunque provisionalmente, nos dedicamos a la primera colada de las vacaciones y a recorrer todo el camping.
El camping es de ensueño, localizado en el fondo de un valle y ascendiendo por las laderas en forma de U que lo cierran, tan lleno de árboles y arbustos que creímos que tan solo tenía las dos terrazas en la que veíamos caravanas, en la que estábamos nosotros y otra más abajo, cual no fue nuestra sorpresa cuando empezamos a subir por la calle principal nos íbamos topando con más terrazas llenas de caravanas que no ves hasta que estás encima.
Nosotros estábamos instalados en una terraza que tenía nueve parcelas con un pequeño bloque de servicios para ellas (tres duchas, tres inodoros, tres lavabos, tres fregaderos, una pila de la ropa, lavadora y secadora. En la parte trasera un gran tendedero y un conjunto de contenedores para la recogida selectiva) por lo que nunca había agobios y estaba perfectamente limpio a cualquier hora.
Visitamos la parte baja donde se encontraba ubicada la recepción, mini market, bar, brasería, parque infantil, dos pistas de tenis, piscina de adultos, piscina de niños, piscina cubierta climatizada y sauna.
Además tenía unos cuantos bungalows de piedra preciosos.
Por último, indicar que del camping al centro de Sarlat son diez minutos andando.
Como se desprende de este más que largo comentario el camping nos encantó, eso sin mencionar que en el tiempo que estuvimos en él no oímos ni radios, ni teles, ni gritos, siendo la tranquilidad absoluta.
Cena, tertulia y a dormir.