Muy buenas:
Me gustaría contaros una anécdota que me pasó estas vacaciones. Más que nada porque me pasó en la caravana y por la caravana.
Para que os pongáis un poquito en situación os tengo que dar una información antes...
Primero, algo que ya he dicho en más de una ocasión, que es que por motivos laborales de mi mujer, suelo salir con mi hijo, sobre todo si se trata de una webcampada.
Y segundo, algo que detecté, junto con mi hijo, unos días antes de salir... Como digo, unos días antes de salir, llevamos a la cv una tercera silla guapa que había comprado. Sólo fue dejar la silla, pero cuando fui a salir de cv, vi una cagadita... no sé de qué, pero por mi experiencia con hamsters, me pareció que podía tratarse de un ratón. El sitio donde se encontraba, sobre una mesita donde ponemos la tv, era raro para que pasara por ahí un ratón, lo digo por la accesibilidad. El caso es que me puse a mirar para ver si veía alguna más o alguna otra señal y nada, no vi nada más. Le dije a mi hijo, que mejor no se lo contábamos a su madre, pero lo hicimos.
El día que nos íbamos de viaje, fui yo solo a por la cv. Me encontré otra cagadita... Esta vez en uno de los sillones del salón. Podría ser que estuviese ahí la vez anterior, no lo sé... De nuevo, me planteé no decir nada, pero lo dije... Lo de callármelo es porque sé cuál es la reacción de mi mujer, aunque yo también soy un “cagao” para algo así...
Bueno, pues nos fuimos de viaje. Cuando llegamos, una vez la cv estaba instalada, mi mujer, muy mosqueada con el tema del “maldito roedor”, se puso a hacer un chequeo de toda la cv, mientras yo seguía montando fuera.
En un determinado momento me llama por mi nombre:
—Ven aquí— Me grita
—Espera un segundo— Le contesto. Yo estaba ocupado con otra cosa que no podía dejar.
—¡Qué vengas ya!— Me vuelve a gritar.
Ahí ya, me mosqueo... Pienso, a ver qué coño ha encontrado ésta... Se me pasó por la cabeza desde el ratón, hasta un nido... pero rápidamente me di cuenta de que si fuese eso, no me estaría llamando desde dentro, habría salido fuera despavorida. Así que pensé que sería alguna señal o desastre hecho por el “polizón”. Yo iba repitiéndome mentalmente... “que no sea mucho”, “que no sea mucho”...
Cuando llegué hasta el dormitorio de la cv, donde estaba ella:
—¿Qué coño haces tú, cuando os vais solos?— Me espetó, mientras blandía una caja de DUREX FINO ante mi cara.
Yo me quedé flipado... Debí poner hasta cara de culpable, porque desde luego, no era eso lo que me esperaba...
Por supuesto, no eran míos... quede claro.
Rápidamente pensé que para mi descargo lo más importante iba a ser la fecha de caducidad de los condones. Aunque como los condones dan un amplio margen para su caducidad y podía no haber quedado tan claro, tuve suerte y dicha fecha era anterior a la adquisición de la caravana... y pude respirar de nuevo.
Si hubiese sido posterior, me habría costado mucho más mi defensa...
Qué susto más grande... Prefiero la muerte...
P.D. De lo del posible huésped, no hubo más señales.
Saludos
?ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia?
antes de ver la fecha, claro
pero me tengo que aguantar igual. Por lo menos las charlas habrían funcionado: sin gomita res de res... (nada de nada...) 
Vaya guíon para una peli española jajaja
