Queridísima amiga,
Quisiera decirte que lo de que no me presenté a la cita, es cierto…… a medias. Sí que fui. Me preparé para la cita a conciencia, dándome un concienzudo baño jabonoso y aclarado a la cera en el Elefante Azul, spray limpiallantas, froté el frontal de mi capuchina con limpiamosquitos para estar lo mejor posible y me dispuse a hacer realidad nuestro primer encuentro. Me temblaba hasta el último tornillo de mi chasis, ilusionada con conocerte al fin en persona.
Al llegar al lugar de la cita, en lugar de encontrarme con la caravana adolescente de color blanca y verde marca Delta de 390 de largo por 2 metros de ancho, con un portabicis en la trasera y un bonito estabilizador color azul, me encontré con una imponente autocaravana Weingberg, color blanco y verde con su portabicis y todo.
¿Me habré equivocado?, ¿me habrá engañado”. Esto del “ciberamor” es lo que tiene. Te juran y perjuran que son el hermano gemelo de George Clooney y cuando se presentan a la cita son clavaditos al “Pozí”.
En lugar de marcharme, acabé poniéndome un poquito más allá, calladita. La timidez podía más que el amor que Delta había despertado en mí. Vi que una impresionante autocaravana se ponía a su lado. Era nueva, impresionante, con unas grandísimas pegatinas, tanto en su frente como en su trasera donde se podía leer
WWW.WEBCAMPISTA .COM. Inmediatamente, vi que había “feeling”, entre ellas.
“¡ Ya está el chulo de turno ¡”, pensé yo. “¿Quién se creerá este? ¿El Webmaster del Universo?.”. Pues sí, eso mismo debió pensar la autocaravana verde y blanca que estaba donde yo pensaba encontrar a mi querida Delta. A tanto llegaba el buen rollito entre ellos, que incluso pude observar cómo el “Webmaster del Universo”, enchufaba su cable al de la Weingberg. Y ya sabéis, cuando dos autos se enchufan, hay intercambio de fluidos…. (eléctricos, en este caso), pero intercambio de fluídos al fin y al cabo. Al menos me quedó el consuelo de ver que las petacas eran de seguridad (nunca sabes lo que te pueden pegar haciéndolo con el primero que se pone a tu lado)
Me marché de allí sin intercambiar palabra con ellos. Volví a casa con la esperanza de que mi queridísima Delta no hubiera podido acudir a nuestra cita por una razón ineludible. Llegué incluso a pensar en el suicidio llenándome el depósito de gasolina súper en la primera gasolinera que encontrara. Esperé y esperé noticias suyas durante días, semanas y meses.
Nada.
Y hoy me encuentro con este nuevo mensaje. ¡¡¡ Dice que no me presenté !!!.
Si, Delta, sí me presenté. Tu Laggy estuvo allí, pero no te reconocí. Eras tú la que intercambiabas fluídos con el Webmaster del Universo.
Esta noche no he podido dormir pensando en ello. Resulta que me habías dicho que eras una pequeña y coqueta caravana, y en realidad eres una impresionante Autocaravana. En un primer momento pensé que eras una mentirosa y que no merecía la pena continuar con esto.
Casi al alba (porque PORQUE TE RECUERDO QUE NO HE PODIDO DORMIIIIIIR….), he llegado a la conclusión de que aquella que me encontré allí eras tú de verdad. Habías prolongado al máximo nuestro primer encuentro porque te habías operado. A base de bisturí te transformaste de caravana en autocaravana.
Quiero que sepas que no me importa. Tu transexualidad me da igual. Mi amor por ti es tan puro, tan sincero, tan verdadero, que haría locuras por volver a retomar esta relación. Incluso ahora, gracias a Zapatero, hasta nos podemos casar.
Bueno, no quisiera ir demasiado deprisa. Espero noticias tuyas.
Tu Laggy.