Pues ahora os contaré alguna de las muchas experiencias campistas:
Cuando no existía el campin Paxariñas, acampábamos allí por libre varias familias de amigos de Ourense, y algunos que se nos unían porque venían buscando donde pernoctar, y al ver nuestras tiendas, preguntaban y luego no sólo se quedaban varios días sino que volvían al año siguiente. Pues bien, el enclave está entre dos playas: Paxariñas y Montalvo, la primera es una cala y la segunda puede tener algo más de un kilómetro. La gran ventaja, es que éramos los únicos que a diario las disfrutábamos. Al final de Montalvo (ahora hay dos campins) con la marea baja y una vez que las olas retrocedían, quedaban unas marcas en la arena mojada, como si fuesen unos ojales, con una pequeña alga de color marrón, y otras más redondas con el alga de color verde... La primera marca era propia de una navaja y la segunda de algún otro molusco. Con una ballena de paraguas que se remataba en forma de punta de flecha, la metíamos por el ojal y le dábamos un giro de 90 grados, y tirábamos hacia arriba y allí venía una navaja... Cada uno pillábamos todos los días un par de docenas, y luego las hacíamos a la plancha con limón y una birra... Ahora ya no se puede hacer porque ya digo que hay dos campin justo en esa zona y mucha vigilancia para evitar el furtivismo.
Otra: Una temporada estuvimos unos días con mi hijo y mi hija y sus respectivas parejas, en un campin cercano a la isla de Arousa, y enfrente de la playa había unas cuentas "bateas". Mi hijo y mi yerno (que en paz descanse pues murió con apenas 30 años) le daban a los pedales de una bicicleta o cómo se llame de esas de andar por el agua, y yo, con las aletas y las gafas de submarinismo, me enganchaba detrás... nos acercábamos a las "bateas" que no eran de mejillones, sino de ostras, y ellos merodeaban como si fuesen turistas mientras yo buceaba entre las cuerdas y las "cestas" pillando un par de docenas de ostras... Las ostras están en cuerdas como los mejillones, pero cada cuerda es como una tarta nupcial del revés, formada por cestas, las más pequeñas y con las crías de las ostras abajo y las más grandes arriba... Creo que nos estaban controlando y sabían que andábamos en la faena, pero fue aquella época en la que meses más tarde se puso en marcha la "Operación Nécora" y todo aquel tinglado de "bateas" no era más que la tapadera del contrabando de droga, así que no les preocupaba que "pillásemos" el aperitivo diario, y alguna que otra diarrea, al no estar depuradas.