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'Se mueve apartamento de unos 12 metros cuadrados. Con dormitorio de matrimonio, salón a todo lujo con sofá cama, cocina completamente equipada con 'frigo' de dos puertas, televisión de plasma con DVD, aire acondicionado, calefacción y placas solares. Para situarlo, prácticamente, donde a usted le de la gana'. Así podría sonar el anuncio de promoción de una autocaravana, un modelo de turismo activo que gana adeptos en la última década y que en Castilla y León cuenta con cerca de tres mil aficionados asociados.
Valladolid ha sido uno de los pocos municipios de la región sensibles con estos amantes de viajar con la casa a cuestas. La comunidad autónoma más extensa de Europa, que se vende como atractivo para los turistas, tan sólo cuenta con 18 áreas equipadas para estacionar estas viviendas sobre ruedas.
En octubre del pasado año, el Ayuntamiento de la capital inauguró en el aparcamiento de la Feria de Muestras, junto al edificio de Telefónica, una zona de estancia para estos vehículos que registra una alta ocupación desde entonces, según confirman los responsables de los clubes y asociaciones de autocaravanistas consultados, quienes consideran acertada la ubicación elegida, en una vía de entrada a la ciudad y con fácil acceso al centro para visitar la ciudad a pie o en bicicleta.
«La inversión es mínima y el servicio que nos hace es mucho», explica Ángel Cantera, delegado de la Plataforma de Autocaravas Autónoma en Castilla y León. Quince espacios de aparcamiento con dimensiones adecuadas, un surtidor de agua y una rejilla para la evacuación de las residuales son las únicas necesidades de estos ruteros. Por 8.000 euros el Consistorio ha puesto a Valladolid en el mapa de estos viajeros de espíritu libre. «En algunos lugares nos siguen viendo como si fuésemos una especie de indigentes cuando estamos hablando de que es un turismo medio-alto, que hace gasto allí donde para», subraya Juan Antonio Cainzos, presidente de la Asociación Autocaravanista Aire Libre Palencia, una organización muy activa con socios de todo el noroeste español.
«Lo único que nos ahorramos es el hotel, por lo demás solemos comer e incluso cenar fuera, pagar las entradas a los museos o lugares que visitamos, cargar combustible, hacer compra en los supermercados y llevarnos también algún producto típico», añade Cainzos.
Desde 45.000 euros
El perfil realizado por la DGT en el 2006 coincide con esta apreciación. Mayores de 40 años con un poder adquisitivo medio-alto y que viajan una media de 200 días al año a razón de 20.000 kilómetros. La ocupación media de estas equipadas furgonetas, con un precio de 45.000 euros en adelante, es de entre dos y tres personas y el gasto medio al día por turista puede superar los 20 euros. «A muchos les llaman 'el turrón' porque vuelven a casa sólo por Navidad», bromea el presidente de Aire Libre.
Los autocaravanistas matizan que ellos no acampan, sino que estacionan al igual que un turismo. Las únicas condiciones que deben cumplir es que la actividad que realicen en el interior de sus hogares móviles no trascienda al exterior y que su aparcamiento no suponga un trastorno para la movilidad del resto de vehículos. En el caso de la plataforma habilitada en la Feria de Muestras un cartel deja claras las normas de uso: El plazo máximo de estancia es de 48 horas y queda completamente prohibido sacar del vehículo sillas, mesas, toldos, barbacoas, así como las patas estabilizadoras. El precio por pasar un día en este espacio es de un euro.
Jesús Carpintero, autocaravanista vallisoletano, valora muy positivamente la apertura de esta área, aunque la considera algo escasa. «El Ayuntamiento podrían plantearse habilitar otro espacio alternativo en la zona del Real de la Feria, junto al Estadio, porque los clubes y asociaciones realizan muchas salidas en las que se mueven hasta ochenta autocaravanas», propone. Los requerimientos de estos visitantes son escasos: una fuente y una arqueta para desaguar.
Estos ruteros, concienciados en trasladar que son un colectivo turístico responsable y cada vez más numeroso, en ningún caso reclaman el gratis total, aunque siempre se agradece, sino que están dispuestos a pagar por los servicios que se les ofrezcan como ocurre en otros países europeos, siempre que los costes sean módicos.
fuente: http://www.nortecastilla.es/
Valladolid ha sido uno de los pocos municipios de la región sensibles con estos amantes de viajar con la casa a cuestas. La comunidad autónoma más extensa de Europa, que se vende como atractivo para los turistas, tan sólo cuenta con 18 áreas equipadas para estacionar estas viviendas sobre ruedas.
En octubre del pasado año, el Ayuntamiento de la capital inauguró en el aparcamiento de la Feria de Muestras, junto al edificio de Telefónica, una zona de estancia para estos vehículos que registra una alta ocupación desde entonces, según confirman los responsables de los clubes y asociaciones de autocaravanistas consultados, quienes consideran acertada la ubicación elegida, en una vía de entrada a la ciudad y con fácil acceso al centro para visitar la ciudad a pie o en bicicleta.
«La inversión es mínima y el servicio que nos hace es mucho», explica Ángel Cantera, delegado de la Plataforma de Autocaravas Autónoma en Castilla y León. Quince espacios de aparcamiento con dimensiones adecuadas, un surtidor de agua y una rejilla para la evacuación de las residuales son las únicas necesidades de estos ruteros. Por 8.000 euros el Consistorio ha puesto a Valladolid en el mapa de estos viajeros de espíritu libre. «En algunos lugares nos siguen viendo como si fuésemos una especie de indigentes cuando estamos hablando de que es un turismo medio-alto, que hace gasto allí donde para», subraya Juan Antonio Cainzos, presidente de la Asociación Autocaravanista Aire Libre Palencia, una organización muy activa con socios de todo el noroeste español.
«Lo único que nos ahorramos es el hotel, por lo demás solemos comer e incluso cenar fuera, pagar las entradas a los museos o lugares que visitamos, cargar combustible, hacer compra en los supermercados y llevarnos también algún producto típico», añade Cainzos.
Desde 45.000 euros
El perfil realizado por la DGT en el 2006 coincide con esta apreciación. Mayores de 40 años con un poder adquisitivo medio-alto y que viajan una media de 200 días al año a razón de 20.000 kilómetros. La ocupación media de estas equipadas furgonetas, con un precio de 45.000 euros en adelante, es de entre dos y tres personas y el gasto medio al día por turista puede superar los 20 euros. «A muchos les llaman 'el turrón' porque vuelven a casa sólo por Navidad», bromea el presidente de Aire Libre.
Los autocaravanistas matizan que ellos no acampan, sino que estacionan al igual que un turismo. Las únicas condiciones que deben cumplir es que la actividad que realicen en el interior de sus hogares móviles no trascienda al exterior y que su aparcamiento no suponga un trastorno para la movilidad del resto de vehículos. En el caso de la plataforma habilitada en la Feria de Muestras un cartel deja claras las normas de uso: El plazo máximo de estancia es de 48 horas y queda completamente prohibido sacar del vehículo sillas, mesas, toldos, barbacoas, así como las patas estabilizadoras. El precio por pasar un día en este espacio es de un euro.
Jesús Carpintero, autocaravanista vallisoletano, valora muy positivamente la apertura de esta área, aunque la considera algo escasa. «El Ayuntamiento podrían plantearse habilitar otro espacio alternativo en la zona del Real de la Feria, junto al Estadio, porque los clubes y asociaciones realizan muchas salidas en las que se mueven hasta ochenta autocaravanas», propone. Los requerimientos de estos visitantes son escasos: una fuente y una arqueta para desaguar.
Estos ruteros, concienciados en trasladar que son un colectivo turístico responsable y cada vez más numeroso, en ningún caso reclaman el gratis total, aunque siempre se agradece, sino que están dispuestos a pagar por los servicios que se les ofrezcan como ocurre en otros países europeos, siempre que los costes sean módicos.
fuente: http://www.nortecastilla.es/