El problema de la contaminación también es cultural. Preferimos ir en nuestro coche en lugar de usar transportes públicos, suponiendo que tengamos la opción de usarlos.
Somos muy ecologistas porque nos gastamos 50.000 boniatos (o más) en un coche eléctrico que no hecha humo, pero en nuestros hábitos diarios seguimos siendo somos unos derrochones (con las luces, con el uso de plásticos, con el uso del coche, y mil cosas más).
El coche eléctrico es un producto más del mercado porque hay demanda. Pero no creo que sea solución de nada.