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Eso de que a los campings sólo va gente con poco poder adquisitivo es un mito. Puede que antes fuera una realidad pero ahora lo niegan los principales actores que mueven este negocio: «Son parejas de novios o matrimonios con niños de clase media», explica el dueño de Camping Ribadesella, ubicado en la localidad de Sebreño. De hecho, Ramón Álvarez Valle, presidente de la Asociación Asturiana de Campings, dice que «ahora no hay gran diferencia entre los usuarios de hoteles y los de los campings. Son de clase media y vienen con modelos de Audi y de BMW».
Pero, ¿que es lo que buscan exactamente? «Otro tipo de turismo más en contacto con la naturaleza. Nosotros, por ejemplo, tenemos una ludoteca, con un recinto en el que puedes dejar a los niños con unos monitores durante ocho horas diarias», explica Chicho López Pérez. Pero también dispone de instalaciones para realizar todo tipo de deportes: piscina, gimnasio, pista de tenis y un largo etcétera.
Y no sólo hay que pensar en las tiendas de campaña, cuyo precio ronda los 20 euros -el uso de la energía eléctrica va al margen pero en el camping riosellano dejan cargar los móviles en la recepción por sesenta céntimos- y cuentan sólo con lo imprescindible para pasar el día. «Los bungalós disponen de baños, camas, televisión, nevera y cocina». Como cualquier hotel por un precio que oscila, según el número de personas que pasen la noche en la cabaña, entre los setenta y los cien euros.
En cuanto a la procedencia de esas parejas y familias, en esta época del año todos coinciden en señalar que los vascos, los madrileños, los catalanes y los andaluces -estos últimos para escapar del sofocante calor- suelen ser los principales clientes. Pero también hay bastante extranjero. En el caso del camping riosellano «suelen venir muchos ingleses y franceses», comenta López Pérez, «pero en mayo y junio son los holandeses y los alemanes los que lo ocupan todo, así que va por épocas».
En el camping Picos de Europa, ubicado en Avín, el 40% de la ocupación es de personas que vienen del extranjero. A saber, portugueses, alemanes, belgas, ingleses, holandeses e incluso algunos italianos, «con un aumento de los turistas franceses».
fuente: El Comercio Digital: Diario de Asturias: noticias ocio, participacion
Pero, ¿que es lo que buscan exactamente? «Otro tipo de turismo más en contacto con la naturaleza. Nosotros, por ejemplo, tenemos una ludoteca, con un recinto en el que puedes dejar a los niños con unos monitores durante ocho horas diarias», explica Chicho López Pérez. Pero también dispone de instalaciones para realizar todo tipo de deportes: piscina, gimnasio, pista de tenis y un largo etcétera.
Y no sólo hay que pensar en las tiendas de campaña, cuyo precio ronda los 20 euros -el uso de la energía eléctrica va al margen pero en el camping riosellano dejan cargar los móviles en la recepción por sesenta céntimos- y cuentan sólo con lo imprescindible para pasar el día. «Los bungalós disponen de baños, camas, televisión, nevera y cocina». Como cualquier hotel por un precio que oscila, según el número de personas que pasen la noche en la cabaña, entre los setenta y los cien euros.
En cuanto a la procedencia de esas parejas y familias, en esta época del año todos coinciden en señalar que los vascos, los madrileños, los catalanes y los andaluces -estos últimos para escapar del sofocante calor- suelen ser los principales clientes. Pero también hay bastante extranjero. En el caso del camping riosellano «suelen venir muchos ingleses y franceses», comenta López Pérez, «pero en mayo y junio son los holandeses y los alemanes los que lo ocupan todo, así que va por épocas».
En el camping Picos de Europa, ubicado en Avín, el 40% de la ocupación es de personas que vienen del extranjero. A saber, portugueses, alemanes, belgas, ingleses, holandeses e incluso algunos italianos, «con un aumento de los turistas franceses».
fuente: El Comercio Digital: Diario de Asturias: noticias ocio, participacion