jordipradel
calladit@
Escribo una opinión personal acerca del Camping Lava Ecològic, en La Garrotxa, por si puede ser de utilidad a otros campistas.
Fuimos con la familia de mi hermano, dos familias de 4 personas cada uno, en setiempre (de 2020). Ellos se alojaron en un bungalow y nosotros fuimos con nuestra tienda familiar.
El camping fue una decepción respecto a las expectativas generadas por su web, redes sociales, etc. Algunos aspectos que nos encontramos:
Pero ojalá el camping estubiese más orientado hacia la filosofía que, en parte, ellos mismos transmiten, de respeto y disfrute de la naturaleza y del privilegiado entorno en el que se ubica. En lugar de esto parece que quieren contentar a todos, pero, a la vez, cobrarte por todo. Y no parecen tener un gran enfoque a las necesidades de sus clientes, con sus horarios extraños y sus normativas absurdas.
Fuimos con la familia de mi hermano, dos familias de 4 personas cada uno, en setiempre (de 2020). Ellos se alojaron en un bungalow y nosotros fuimos con nuestra tienda familiar.
El camping fue una decepción respecto a las expectativas generadas por su web, redes sociales, etc. Algunos aspectos que nos encontramos:
- Al llegar al mediodía, de una oficina nos enviaron a otra que estaba cerrada. Tuvimos que comer en el restaurante (mal y caro) antes de poder plantar la tienda. En la web ponen que no cierran al mediodía.
- Las medidas COVID consistían a cerrar todos los aseos menos el edificio mas grande. Pero este cerraba de 22h a 23h para desinfección. Creo que es difícil elegir una peor franja horaria para dejar todo el camping sin aseos!
- Las noches de lunes, martes y sábado hubo fiesta, con música muy alta hasta casi las doce de la noche. Aunque esto es del agrado de ciertas personas, estaría bien respetar el descanso de las familias a las que no nos gustan o, por lo menos, respetar el horario, puesto se suponía que debían acabar a las once de la noche.
- Al lado de nuestra tienda había un "Espacio Kids" consistente en juegos de los de pagar con una moneda: caballitos, máquinas expendedoras de bolas... Para mí no tiene nada que ver con el espíritu de naturaleza y ecología que transmite la web del camping. Pero, además, nunca vimos limpiar o desinfectar esos caballitos que todos los niños tocaban a diario.
- No hay supermercado. Sí un "chiringuito" en el que venden pan. Carísimo.
- Había muchas actividades para niños, todas de pago. Y solo dos columpios y un tobogán a pleno sol. Había una zona de atracciones adicionales, pero a 4€ por 40 minutos. Como familia con hijos, que un camping solo tenga eso para todos los niños de todas las edades no encaja con la visión de adecuado a familias que transmiten.
- La zona de tiendas no tiene parcelas delimitadas. El resultado es que cuando se llena tienes la tienda del vecino a menos de un metro (literalmente).
- La cobertura de móvil en el camping es nula. Ofrecen wifi, pero va fatal. Imposible mantener una conversación de texto por WhtasApp o Telegram con otra familia del camping. Ya no digo llamadas. Funciona solo a trompicones, supongo que cuando hay poca gente usándola.
- Desde el camping nos insistieron que la normativa no nos permitía entrar en la zona de los bungalows donde estaba mi hermano, cosa de la que informan correctamente. Pero fue MUY inconveniente, sobretodo por los problemas de cobertura y de wifi.
- El agua de la piscina estaba muy sucia, turbia.
Pero ojalá el camping estubiese más orientado hacia la filosofía que, en parte, ellos mismos transmiten, de respeto y disfrute de la naturaleza y del privilegiado entorno en el que se ubica. En lugar de esto parece que quieren contentar a todos, pero, a la vez, cobrarte por todo. Y no parecen tener un gran enfoque a las necesidades de sus clientes, con sus horarios extraños y sus normativas absurdas.