¿Habéis leído el protocolo para campings...? ¿De qué máquinas caras hablas, Cormorán? ¿De lejía y un cubo? Porque el protocolo no menciona máquina alguna. Creo que hay que hablar desde un mínimo de conocimiento.
Lo primero que harán, antes incluso de la reserva, que este año se impone (el protocolo aconseja eso) es “leerte el catecismo”. SI no estás dispuesto a cumplir las normas, no reserves. Lo segundo es que cuando llegas al camping, te vuelven a dar las normas que debes cumplir. SI sigues sin estar dispuesto a cumplirlas, no entres.
A partir de ahí, que ese campista al que lean leído la cartilla antes de entrar se ponga ”tontito” con el cumplimento y las observaciones que le hagan los vigilantes o el resto de usuarios de las instalaciones me parece fuera de lugar. ¿Que puede haberlos? Claro que si.
El espíritu de este protocolo y el redactado para todos los alojamientos turísticos, es el mismo: información previa al cliente, cumplimiento a los establecimientos de unas normas mínimas (Información, señalización, control, limpieza y desinfección y poco más) en relación con los clientes y en relación con los trabajadores y ya está. Un camping ni es ni será un quirófano. Tan sólo tienen que hacer las cosas bien. Los campistas, ni son ni serán médicos ni policías, tan sólo tienen que hacer las cosas bien. Si luego se producen contagios, el camping tendrá y podrá demostrar que ha cumplido con el protocolo. Y el campista no tendrá forma alguna de demostrar que ha cumplido con sus obligaciones ni podrá responsabilizar al camping de su contagio, porque el primer responsable de velar por si mismo es el campista (distancia, higiene y protección individual) y si se contagia será porque en un momento u otro no ha cumplido con alguno de estos deberes. Al menos con los conocimientos que sobre el virus tenemos actualmente.