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La rebaja de la afluencia de visitantes a Cíes se realizará a costa del camping, que quedará reducido a la mitad. Aunque el patronato del Parque y la Consellería de Medio Rural barajaban recortar las visitas a las islas disminuyendo la cuota máxima de 2.000 diarias (otras 200 se reservan para grupos) ésta no será, a priori, la fórmula empleada para atajar el problema de saturación. Fuentes oficiales del órgano rector de Illas Atlánticas aseguran que el punto de mira está puesto “únicamente” en la zona de acampada. “La intención es que pase de tener 800 a 400 plazas sin tocar el cupo límite de 2.000 visitantes. Ésa es en la dirección en la que estamos trabajando y que intentaremos aplicar más bien pronto que tarde”, garantizan.
Según pudo saber este periódico, el recorte del camping es la principal recomendación que se extrae del estudio realizado por la Universidad de Santiago y que esgrimen los patronos del parque para limitar el número de visitantes en Cíes. “Alerta de que hay un elevado consumo de agua, que el riesgo de incendio es muy alto y que se está ejerciendo demasiada presión sobre la fauna y la flora”, explican.
La isla tiene actualmente un aforo máximo de 3.000 personas al día. Al cupo de 2.000 que pueden transportar las navieras, se le suman las 200 plazas que se reservan para grupos durante cada jornada; y las 800 del camping. Con el nuevo planteamiento de los responsables del parque, en las Cíes nunca se sobrepasarían los 2.600 visitantes.
Los informes con los que trabajan los técnicos del parque nacional y que recomienda reducir la afluencia ponen especial acento en el consumo de agua. “Los recursos hídricos de las islas no son muy elevados. Este problema se acentúa en veranos como el de este año, en el que apenas llovió. Los informes alertan incluso de que el consumo nocturno, que se debe principalmente al camping, es demasiado alto”, señalan.
Como adelantó ya en declaraciones a FARO el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, la intención de los responsables del parque es incentivar los viajes fuera de la temporada estival. “Estamos barajando que se pueda abrir todo el año. Las islas son muy visitables en otros meses y sería cuestión de incentivar este tipo de turismo. Las navieras no tendrían problemas y el camping podría permanecer abierto los días que se solicitara”, aseguran fuentes oficiales del patronato.
Recorte “excesivo”
La reducción de plazas de acampada podría llevarse a cabo ya el próximo año. En 2011 vence la autorización que tiene el dueño del camping, Emilio Fernández, sobre la explotación de las más de dos hectáreas de terreno que le permitieron pasar de 250 plazas a 800 en el año 1982. El contrato, que es prorrogable, se revisará para fijar el límite máximo de 400. Fernández considera “excesivo” el recorte. “La isla hay que cuidarla, eso es lo primero. Si los técnicos dicen que hay que reducir el número de campistas, así se hará. De todas formas aún tenemos que sentarnos a la mesa. Dejarlo en 500 o 600 creo que está bien. Bajarlo a 400 puede ser mucho. En todo caso, nuestra disposición para abrir el resto del año es total”, expone.
publicado en: Faro de Vigo
Según pudo saber este periódico, el recorte del camping es la principal recomendación que se extrae del estudio realizado por la Universidad de Santiago y que esgrimen los patronos del parque para limitar el número de visitantes en Cíes. “Alerta de que hay un elevado consumo de agua, que el riesgo de incendio es muy alto y que se está ejerciendo demasiada presión sobre la fauna y la flora”, explican.
La isla tiene actualmente un aforo máximo de 3.000 personas al día. Al cupo de 2.000 que pueden transportar las navieras, se le suman las 200 plazas que se reservan para grupos durante cada jornada; y las 800 del camping. Con el nuevo planteamiento de los responsables del parque, en las Cíes nunca se sobrepasarían los 2.600 visitantes.
Los informes con los que trabajan los técnicos del parque nacional y que recomienda reducir la afluencia ponen especial acento en el consumo de agua. “Los recursos hídricos de las islas no son muy elevados. Este problema se acentúa en veranos como el de este año, en el que apenas llovió. Los informes alertan incluso de que el consumo nocturno, que se debe principalmente al camping, es demasiado alto”, señalan.
Como adelantó ya en declaraciones a FARO el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, la intención de los responsables del parque es incentivar los viajes fuera de la temporada estival. “Estamos barajando que se pueda abrir todo el año. Las islas son muy visitables en otros meses y sería cuestión de incentivar este tipo de turismo. Las navieras no tendrían problemas y el camping podría permanecer abierto los días que se solicitara”, aseguran fuentes oficiales del patronato.
Recorte “excesivo”
La reducción de plazas de acampada podría llevarse a cabo ya el próximo año. En 2011 vence la autorización que tiene el dueño del camping, Emilio Fernández, sobre la explotación de las más de dos hectáreas de terreno que le permitieron pasar de 250 plazas a 800 en el año 1982. El contrato, que es prorrogable, se revisará para fijar el límite máximo de 400. Fernández considera “excesivo” el recorte. “La isla hay que cuidarla, eso es lo primero. Si los técnicos dicen que hay que reducir el número de campistas, así se hará. De todas formas aún tenemos que sentarnos a la mesa. Dejarlo en 500 o 600 creo que está bien. Bajarlo a 400 puede ser mucho. En todo caso, nuestra disposición para abrir el resto del año es total”, expone.
publicado en: Faro de Vigo