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No es fácil encontrar en la costa alicantina una franja sin grandes construcciones, tampoco resulta sencillo hallar campings de titularidad pública. En la ilicitana pedanía de La Marina se daban las dos circunstancias: las dependencias de El Pinet han sido hasta el pasado mes de diciembre el idílico lugar de descanso y ocio de centenares de campistas del Bajo Vinalopó y la Vega Baja.
A cambio de alquileres moderados, ciudadanos de diversas procedencias habían instalado sus caravanas y tiendas de campaña durante cerca de veinte años. Así fue hasta que una sentencia del Tribunal Supremo dictaminó sin posibilidad de recurso que las instalaciones impulsadas por el Ayuntamiento de Elche vulneran la Ley de Costas.
Por ello las pasadas Navidades fueron amargas para muchos de los vecinos del recinto. Ante la orden de expulsión muchas de las 200 familias decidieron trasladar sus pertenencias a otras instalaciones mientras que los que se han quedado batallan por un futuro incierto “que causa muchos sinsabores e incluso enfermedades”, tal y como señala con amargura Juan Arjona, vocal de la asociación de usuarios recientemente constituida.
Por su parte el vicepresidente del colectivo, Paco Iborra, señalaba a "20 Minutos" que las negociaciones con las administraciones públicas se están retrasando todavía más “a raíz de las elecciones”, aunque es posible que en las próximas semanas comiencen a reunirse con los responsables municipales y autonómicos.
Mientras tanto las dificultades se van acrecentando. La mayoría de los usuarios que quedan son jubilados que han decidido hacerse cargo de la limpieza y mantenimiento del recinto, al tiempo que se han visto obligados a contratar un guardia jurado para la vigilancia nocturna. Por su parte el consistorio mantiene los servicios de recogida de basuras y el abastecimiento de agua y luz. Aún sí, uno de los dos pabellones comunitarios ha dejado de contar con agua caliente.
Todo parece indicar que la sentencia firme de la Audiencia Nacional no será satisfactoria para los intereses de los usuarios, quienes habían solicitado una moratoria y están tratando de encontrar un nuevo terreno al que trasladar sus caravanas. Sin embargo los que todavía permanecen son pesimistas respecto a esa solución y por ello resisten sus últimos días esperando que, al menos, las vacaciones de Semana Santa se celebren sin mayores sobresaltos.
fuente: Los últimos de El Pinet - 20minutos.es
A cambio de alquileres moderados, ciudadanos de diversas procedencias habían instalado sus caravanas y tiendas de campaña durante cerca de veinte años. Así fue hasta que una sentencia del Tribunal Supremo dictaminó sin posibilidad de recurso que las instalaciones impulsadas por el Ayuntamiento de Elche vulneran la Ley de Costas.
Por ello las pasadas Navidades fueron amargas para muchos de los vecinos del recinto. Ante la orden de expulsión muchas de las 200 familias decidieron trasladar sus pertenencias a otras instalaciones mientras que los que se han quedado batallan por un futuro incierto “que causa muchos sinsabores e incluso enfermedades”, tal y como señala con amargura Juan Arjona, vocal de la asociación de usuarios recientemente constituida.
Por su parte el vicepresidente del colectivo, Paco Iborra, señalaba a "20 Minutos" que las negociaciones con las administraciones públicas se están retrasando todavía más “a raíz de las elecciones”, aunque es posible que en las próximas semanas comiencen a reunirse con los responsables municipales y autonómicos.
Mientras tanto las dificultades se van acrecentando. La mayoría de los usuarios que quedan son jubilados que han decidido hacerse cargo de la limpieza y mantenimiento del recinto, al tiempo que se han visto obligados a contratar un guardia jurado para la vigilancia nocturna. Por su parte el consistorio mantiene los servicios de recogida de basuras y el abastecimiento de agua y luz. Aún sí, uno de los dos pabellones comunitarios ha dejado de contar con agua caliente.
Todo parece indicar que la sentencia firme de la Audiencia Nacional no será satisfactoria para los intereses de los usuarios, quienes habían solicitado una moratoria y están tratando de encontrar un nuevo terreno al que trasladar sus caravanas. Sin embargo los que todavía permanecen son pesimistas respecto a esa solución y por ello resisten sus últimos días esperando que, al menos, las vacaciones de Semana Santa se celebren sin mayores sobresaltos.
fuente: Los últimos de El Pinet - 20minutos.es