webmaster
Administrator
"¿Cuándo te vas? ¿Adónde?" Por estas fechas, las próximas vacaciones de verano son el tema de conversación entre los holandeses. ¿Cuándo? Después del Campeonato de Europa de fútbol, naturalmente. ¿Adónde? Francia, España, Grecia o Tailandia; en cualquier pueblito se pueden ver holandeses paseando. Y sino, en el Himalaya o en las ruinas incas de Perú. Está claro: irse de vacaciones es muy importante para los holandeses.
Comodidad
"Venimos aquí todos los fines de semana y en vacaciones, de abril a octubre", dice una mujer en un camping de Holanda. Su casa remolque con tienda de campaña dispone de todas las comodidades. Mientras sus hijos juegan con una amiga en la hierba, nos cuenta que este año es el sexto que pasan aquí las vacaciones. "Es muy social, y los vecinos mantienen también un ojo abierto, por seguridad. Todos los años hacemos una barbacoa para todo el camping. Nos conocemos todos", afirma.
Cifras
Las vacaciones de verano en las escuelas holandesas se reparten por región, de manera que no todos los holandeses con hijos tienen vacaciones al mismo tiempo. De este modo, las empresas turísticas pueden dosificar mejor la oleada de clientes. Aun así, las vacaciones en el extranjero son más frecuentes que las nacionales. El 60 por ciento de las vacaciones un poco más largas se celebran fuera de Holanda.
El cambio se produjo, según la agencia central holandesa de estadísticas, en 1985, cuando la cantidad de holandeses que pasó sus vacaciones en Holanda fue igual que la de los que lo hicieron en el extranjero. Aquel año, las estadísticas computaron 14 millones de vacaciones de cuatro noches o más, frente a 22 millones en la actualidad. Una cifra notable, considerando que Holanda cuenta con 16 millones de habitantes. La cantidad total de vacaciones (incluyendo las cortas) ha aumentado incluso a 35 millones. Apenas el 20 por ciento de los holandeses no sale nunca de vacaciones.
Historia
"Comenzó en los años cincuenta, cuando llegaron los primeros folletos de viajes y agencias de viajes", recuerda Job Zeedzen. "Tras cinco años de guerra, la Segunda Guerra Mundial, y los primeros años de reconstrucción, la gente quería salir, divertirse. La economía crecía, la semana laboral se redujo a cinco días y los empleados cobraban la paga de vacaciones, un suplemento anual al salario". Job Zeedzen es profesor en la escuela superior de turismo NHTV, en Breda.
"Creo que los holandeses son los terceros de la lista de turistas. Quizás llevamos la aventura en la sangre. Un día fuimos un país de exploradores, nos gusta ir al extranjero, aprender y ver cosas nuevas. Observar otras culturas es, para nosotros, un enriquecimiento de la vida, pero es una aventura adaptada al estilo holandés. La inmensa mayoría invade las costas españolas y otras zonas turísticas a pleno sol, donde come, bebe y canta junto con otros holandeses. Con papas fritas, croquetas y sopa de guisantes, los estandartes de la cocina holandesa. Aquí no hay barreras de idioma", opina Zeedzen.
Breves pero frecuentes
Las vacaciones siguen siendo un símbolo de estatus social, como lo fueran en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Si bien el comportamiento turístico es distinto, y que la tendencia es acortar las vacaciones y aumentar su frecuencia. Contando los fines de semana y medias semanas, muchos holandeses disfrutan de 3 ó 4 vacaciones al año. No sólo han disminuido los precios de avión para muchos destinos sino que otras partes del mundo han cobrado popularidad. "Mucha gente paga 800 euros por un billete de avión a un país lejano, y apenas gasta, en su destino, 200 euros en hotel y comida. Así es fácil hacer las maletas", cuenta Job Zeedzen.
Los costes de las vacaciones conforman, aún, un importante criterio para los holandeses a la hora de escoger sus destinos. En 2007, el presupuesto total para las vacaciones de los holandeses fue de casi 14 mil millones de euros, el seis por ciento más que el año anterior.
Caravana
Muchos han invertido grandes cantidades en una casa remolque, con la que, año tras año, van recorriendo Europa. Sus pesadas "casas rodantes" causan la irritación de los usuarios más rápidos de las autopistas europeas.
"Tenemos nuestra casa rodante aparcada desde hace tres meses, cerca de casa. Pero en las vacaciones de verano nos vamos con ella tres semanas a Francia", explica un cliente fijo del camping. "Te sientes a gusto con tu propia casa rodante. Si hace mal tiempo puedes resguardarte dentro. Haces lo que quieres". ¿Y se traen la comida y la bebida de casa? "Las papas las dejamos en casa, el café lo traemos", confiesa riendo.
Al término de las tres semanas, esta mujer regresará a Holanda con la piel bien tostada, al igual que otros millones de holandeses. "Quieren tener un aspecto saludable cuando regresen", afirma Job Zeedzen, el profesor de turismo. "Quieren que su vea que han estado de vacaciones, en el Mar Mediterráneo, Indonesia o los Alpes. Queremos tener un aspecto resplandeciente. Que brille la prosperidad holandesa".
fuente: Holanda se va de vacaciones - Radio Nederland - Español
Comodidad
"Venimos aquí todos los fines de semana y en vacaciones, de abril a octubre", dice una mujer en un camping de Holanda. Su casa remolque con tienda de campaña dispone de todas las comodidades. Mientras sus hijos juegan con una amiga en la hierba, nos cuenta que este año es el sexto que pasan aquí las vacaciones. "Es muy social, y los vecinos mantienen también un ojo abierto, por seguridad. Todos los años hacemos una barbacoa para todo el camping. Nos conocemos todos", afirma.
Cifras
Las vacaciones de verano en las escuelas holandesas se reparten por región, de manera que no todos los holandeses con hijos tienen vacaciones al mismo tiempo. De este modo, las empresas turísticas pueden dosificar mejor la oleada de clientes. Aun así, las vacaciones en el extranjero son más frecuentes que las nacionales. El 60 por ciento de las vacaciones un poco más largas se celebran fuera de Holanda.
El cambio se produjo, según la agencia central holandesa de estadísticas, en 1985, cuando la cantidad de holandeses que pasó sus vacaciones en Holanda fue igual que la de los que lo hicieron en el extranjero. Aquel año, las estadísticas computaron 14 millones de vacaciones de cuatro noches o más, frente a 22 millones en la actualidad. Una cifra notable, considerando que Holanda cuenta con 16 millones de habitantes. La cantidad total de vacaciones (incluyendo las cortas) ha aumentado incluso a 35 millones. Apenas el 20 por ciento de los holandeses no sale nunca de vacaciones.
Historia
"Comenzó en los años cincuenta, cuando llegaron los primeros folletos de viajes y agencias de viajes", recuerda Job Zeedzen. "Tras cinco años de guerra, la Segunda Guerra Mundial, y los primeros años de reconstrucción, la gente quería salir, divertirse. La economía crecía, la semana laboral se redujo a cinco días y los empleados cobraban la paga de vacaciones, un suplemento anual al salario". Job Zeedzen es profesor en la escuela superior de turismo NHTV, en Breda.
"Creo que los holandeses son los terceros de la lista de turistas. Quizás llevamos la aventura en la sangre. Un día fuimos un país de exploradores, nos gusta ir al extranjero, aprender y ver cosas nuevas. Observar otras culturas es, para nosotros, un enriquecimiento de la vida, pero es una aventura adaptada al estilo holandés. La inmensa mayoría invade las costas españolas y otras zonas turísticas a pleno sol, donde come, bebe y canta junto con otros holandeses. Con papas fritas, croquetas y sopa de guisantes, los estandartes de la cocina holandesa. Aquí no hay barreras de idioma", opina Zeedzen.
Breves pero frecuentes
Las vacaciones siguen siendo un símbolo de estatus social, como lo fueran en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. Si bien el comportamiento turístico es distinto, y que la tendencia es acortar las vacaciones y aumentar su frecuencia. Contando los fines de semana y medias semanas, muchos holandeses disfrutan de 3 ó 4 vacaciones al año. No sólo han disminuido los precios de avión para muchos destinos sino que otras partes del mundo han cobrado popularidad. "Mucha gente paga 800 euros por un billete de avión a un país lejano, y apenas gasta, en su destino, 200 euros en hotel y comida. Así es fácil hacer las maletas", cuenta Job Zeedzen.
Los costes de las vacaciones conforman, aún, un importante criterio para los holandeses a la hora de escoger sus destinos. En 2007, el presupuesto total para las vacaciones de los holandeses fue de casi 14 mil millones de euros, el seis por ciento más que el año anterior.
Caravana
Muchos han invertido grandes cantidades en una casa remolque, con la que, año tras año, van recorriendo Europa. Sus pesadas "casas rodantes" causan la irritación de los usuarios más rápidos de las autopistas europeas.
"Tenemos nuestra casa rodante aparcada desde hace tres meses, cerca de casa. Pero en las vacaciones de verano nos vamos con ella tres semanas a Francia", explica un cliente fijo del camping. "Te sientes a gusto con tu propia casa rodante. Si hace mal tiempo puedes resguardarte dentro. Haces lo que quieres". ¿Y se traen la comida y la bebida de casa? "Las papas las dejamos en casa, el café lo traemos", confiesa riendo.
Al término de las tres semanas, esta mujer regresará a Holanda con la piel bien tostada, al igual que otros millones de holandeses. "Quieren tener un aspecto saludable cuando regresen", afirma Job Zeedzen, el profesor de turismo. "Quieren que su vea que han estado de vacaciones, en el Mar Mediterráneo, Indonesia o los Alpes. Queremos tener un aspecto resplandeciente. Que brille la prosperidad holandesa".
fuente: Holanda se va de vacaciones - Radio Nederland - Español