webmaster
Administrator
Asturias. Los cámpings, apartamentos y casas de turismo rural alcanzaron el pasado mes de febrero las 22.244 pernoctaciones. El dato supone una mejora del 47% respecto a las 15.103 plazas ocupadas en febrero de 2007 y aporta un respiro para un subsector, el turismo extrahotelero, que se ha beneficiado tanto del tirón de la nieve como del buen tiempo.
La progresión se produce en un ambiente de crisis que ha reducido un 14,5% la actividad del sector no hotelero en todo el país. Respecto al Norte peninsular, el gremio asturiano se sitúa en segunda posición, por detrás de los cámpings, apartamentos y casas rurales cántabras (25.109 pernoctaciones), pero aventajando a las vascas (20.771) y a las gallegas (18.940).
La mejora no basta sin embargo para tranquilizar a los empresarios. Según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística, los alojamientos rurales pasaron de los 4.855 clientes de febrero de 2008 a 5.844 un año más tarde, pero esa progresión apenas basta para dejar en un 4,72% la ocupación cosechada respecto a toda las camas disponibles.
Es en este aspecto donde se da el mayor desequilibrio entre oferta y demanda de toda la España Verde: Galicia alcanza un 6,55%; Cantabria un 10,2%, y el País Vasco suma un 14,05% de oferta satisfecha.
Vacaciones «cortas»
La mejoría de febrero, unida a la ocupación registrada el pasado puente, ha insuflado unas dosis de ánimo entre parte de los empresarios turísticos. «El arranque no nos está yendo tan mal como temíamos», indica Ramón Álvarez, presidente de la Asociación de cámpings de Asturias. Este empresario señala que para Semana Santa «las cabañas de la zona oriental por ejemplo las tenemos todas reservadas». Para conocer el comportamiento del cámping «habrá que esperar a ver cómo se porta el tiempo», añade Álvarez.
«Lo normal es que en esas fechas todos llenemos», abunda Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur). El problema es que «los clientes cada vez van a una Semana Santa más corta, de tres días».
fuente: http://www.elcomerciodigital.com/
La progresión se produce en un ambiente de crisis que ha reducido un 14,5% la actividad del sector no hotelero en todo el país. Respecto al Norte peninsular, el gremio asturiano se sitúa en segunda posición, por detrás de los cámpings, apartamentos y casas rurales cántabras (25.109 pernoctaciones), pero aventajando a las vascas (20.771) y a las gallegas (18.940).
La mejora no basta sin embargo para tranquilizar a los empresarios. Según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística, los alojamientos rurales pasaron de los 4.855 clientes de febrero de 2008 a 5.844 un año más tarde, pero esa progresión apenas basta para dejar en un 4,72% la ocupación cosechada respecto a toda las camas disponibles.
Es en este aspecto donde se da el mayor desequilibrio entre oferta y demanda de toda la España Verde: Galicia alcanza un 6,55%; Cantabria un 10,2%, y el País Vasco suma un 14,05% de oferta satisfecha.
Vacaciones «cortas»
La mejoría de febrero, unida a la ocupación registrada el pasado puente, ha insuflado unas dosis de ánimo entre parte de los empresarios turísticos. «El arranque no nos está yendo tan mal como temíamos», indica Ramón Álvarez, presidente de la Asociación de cámpings de Asturias. Este empresario señala que para Semana Santa «las cabañas de la zona oriental por ejemplo las tenemos todas reservadas». Para conocer el comportamiento del cámping «habrá que esperar a ver cómo se porta el tiempo», añade Álvarez.
«Lo normal es que en esas fechas todos llenemos», abunda Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur). El problema es que «los clientes cada vez van a una Semana Santa más corta, de tres días».
fuente: http://www.elcomerciodigital.com/