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El asentamiento de caravanas que hasta ayer se ubicaba en la pradera del Cristo de Morales está prácticamente desmontado, a falta tan solo de media docena de remolques que están a la espera de que vengan los coches para trasladarlas hasta Tordesillas, próxima parada de la expedición.
Pasaban las doce y media del mediodía cuando los primeros vehículos comenzaban a salir del espacio verde para dirigirse, en fila, a coger la carretera hacia Valladolid.
Hasta el lugar se habían desplazado responsables del Ayuntamiento moralino así como varias parejas de la Guardia Civil, quienes instaron a los ilegales a dejar libre la pradera, orden que se cumplió sin que se registraran mayores incidentes, tal y como informaba la concejala de Festejos de Morales, Ana Mulas. «Han llegado las fuerzas del orden y han hablado con el patriarca, quien al principio ponía resistencia, pero finalmente no ha habido ningún problema y se han puesto en camino», señalaba Mulas.
Los residentes en la pradera formaban un amplio grupo de familias de etnia gitana de diferentes nacionalidades, que mantienen este tipo de vida, en grandes caravanas perfectamente preparadas, con las que se desplazan por la geografía nacional.
Una vez que el numeroso grupo ha abandonado el lugar en un primer análisis parece que no se ha producido ningún tipo de desperfecto. Tampoco hay demasiada basura en las inmediaciones, ya que los restos se encontraban convenientemente almacenados en grandes bolsas de basura bien apiladas.
Su marcha ha supuesto todo un alivio para los responsables municipales de Morales, puesto que ya a partir de la semana que viene están previstos los primeros trabajos de adecuación de cara a la cita del Cristo de Morales a celebrar dentro de un mes, el 9 de mayo, que este año cae en domingo por lo que, a poco que el tiempo acompañe, la fiesta estará más concurrida que nunca tanto de moralinos, como de zamoranos y habitantes de otros pueblos de los alrededores.
publicado en: http://www.laopiniondezamora.es
Pasaban las doce y media del mediodía cuando los primeros vehículos comenzaban a salir del espacio verde para dirigirse, en fila, a coger la carretera hacia Valladolid.
Hasta el lugar se habían desplazado responsables del Ayuntamiento moralino así como varias parejas de la Guardia Civil, quienes instaron a los ilegales a dejar libre la pradera, orden que se cumplió sin que se registraran mayores incidentes, tal y como informaba la concejala de Festejos de Morales, Ana Mulas. «Han llegado las fuerzas del orden y han hablado con el patriarca, quien al principio ponía resistencia, pero finalmente no ha habido ningún problema y se han puesto en camino», señalaba Mulas.
Los residentes en la pradera formaban un amplio grupo de familias de etnia gitana de diferentes nacionalidades, que mantienen este tipo de vida, en grandes caravanas perfectamente preparadas, con las que se desplazan por la geografía nacional.
Una vez que el numeroso grupo ha abandonado el lugar en un primer análisis parece que no se ha producido ningún tipo de desperfecto. Tampoco hay demasiada basura en las inmediaciones, ya que los restos se encontraban convenientemente almacenados en grandes bolsas de basura bien apiladas.
Su marcha ha supuesto todo un alivio para los responsables municipales de Morales, puesto que ya a partir de la semana que viene están previstos los primeros trabajos de adecuación de cara a la cita del Cristo de Morales a celebrar dentro de un mes, el 9 de mayo, que este año cae en domingo por lo que, a poco que el tiempo acompañe, la fiesta estará más concurrida que nunca tanto de moralinos, como de zamoranos y habitantes de otros pueblos de los alrededores.
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