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La Guardia Civil persigue al autor de un falso aviso de bomba que obligó ayer a desalojar el cámping de Bañares. La llamada, en nombre de ETA, se produjo sobre las 9.20 horas a SOS Deiak Vizcaya y en ella se avisaba de la colocación de tres artefactos explosivos que debían explotar a las 10.00. Algunas fuentes aseguraron que, al parecer, también se produjeron dos llamadas más, una de ellas a SOS Rioja.
De inmediato, la Guardia Civil de La Rioja dispuso «un fuerte operativo de seguridad» en el lugar. El falso aviso obligó a desalojar del camping a unas 1.200 personas. Eran alrededor de las 9.30 horas y muchos dormían aún cuando, desde la megafonía, la Guardia Civil les apremió a abandonar el recinto. «La verdad es que me he asustado», reconocía un campista. «He despertado a los hijos y nos hemos ido todo lo rápido que hemos podido», aseguraba.
Durante el desalojo ordenado, en el exterior tenía lugar el rápido despliegue de Guardia Civil (casi un centenar de agentes entre servicio Rural, Tráfico, Cinológico, GEDEX, Información, helicópteros...), Policía Local, Bomberos, Protección Civil y Cruz Roja. «En menos de un cuarto de hora, todos los usuarios estaban fuera. Poco después, perros adiestrados reconocían el cámping», apuntó el gerente, Jon Salgado.
«Ha sido muy serio, la gente se puso muy nerviosa; y el susto, mayúsculo» insistió Salgado. Durante el desalojo, la mayoría de los campistas permaneció en la antigua carretera, cortada cuando se construyó el desvío por las obras de la futura A-12. Se veía a algún niño en pijama y también mascotas, incluido un loro en una jaula. Pasaba el tiempo y la sed acuciaba. Cruz Roja repartió botellas de agua y refrescos, que resultaron insuficientes. Muchos decidieron ir a Santo Domingo andando, ya que el acceso al aparcamiento, al igual que el resto de carreteras que conducían al camping, estaban cortadas. A las 11.25 horas se permitía el regreso de los desalojados. El delegado de Gobierno, José Antonio Ulecia, se acercó al lugar aunque rehusó hablar: «No quiero hacer una noticia de esto», se limitó a decir. Los afectados, por su parte, se mostraban muy enfadados. «Al autor habría que colgarle de los pies y prender fuego abajo», maldecía una campista.
Si se localiza al 'bromista', éste se enfrentará a una pena de entre seis meses y un año de cárcel o de 12 a 14 meses de multa por un delito de desórdenes públicos.
publicado en: http://www.larioja.com
La Guardia Civil persigue al autor de un falso aviso de bomba que obligó ayer a desalojar el cámping de Bañares. La llamada, en nombre de ETA, se produjo sobre las 9.20 horas a SOS Deiak Vizcaya y en ella se avisaba de la colocación de tres artefactos explosivos que debían explotar a las 10.00. Algunas fuentes aseguraron que, al parecer, también se produjeron dos llamadas más, una de ellas a SOS Rioja.
De inmediato, la Guardia Civil de La Rioja dispuso «un fuerte operativo de seguridad» en el lugar. El falso aviso obligó a desalojar del camping a unas 1.200 personas. Eran alrededor de las 9.30 horas y muchos dormían aún cuando, desde la megafonía, la Guardia Civil les apremió a abandonar el recinto. «La verdad es que me he asustado», reconocía un campista. «He despertado a los hijos y nos hemos ido todo lo rápido que hemos podido», aseguraba.
Durante el desalojo ordenado, en el exterior tenía lugar el rápido despliegue de Guardia Civil (casi un centenar de agentes entre servicio Rural, Tráfico, Cinológico, GEDEX, Información, helicópteros...), Policía Local, Bomberos, Protección Civil y Cruz Roja. «En menos de un cuarto de hora, todos los usuarios estaban fuera. Poco después, perros adiestrados reconocían el cámping», apuntó el gerente, Jon Salgado.
«Ha sido muy serio, la gente se puso muy nerviosa; y el susto, mayúsculo» insistió Salgado. Durante el desalojo, la mayoría de los campistas permaneció en la antigua carretera, cortada cuando se construyó el desvío por las obras de la futura A-12. Se veía a algún niño en pijama y también mascotas, incluido un loro en una jaula. Pasaba el tiempo y la sed acuciaba. Cruz Roja repartió botellas de agua y refrescos, que resultaron insuficientes. Muchos decidieron ir a Santo Domingo andando, ya que el acceso al aparcamiento, al igual que el resto de carreteras que conducían al camping, estaban cortadas. A las 11.25 horas se permitía el regreso de los desalojados. El delegado de Gobierno, José Antonio Ulecia, se acercó al lugar aunque rehusó hablar: «No quiero hacer una noticia de esto», se limitó a decir. Los afectados, por su parte, se mostraban muy enfadados. «Al autor habría que colgarle de los pies y prender fuego abajo», maldecía una campista.
Si se localiza al 'bromista', éste se enfrentará a una pena de entre seis meses y un año de cárcel o de 12 a 14 meses de multa por un delito de desórdenes públicos.
publicado en: http://www.larioja.com