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«El alquiler de bajo precio, el del extrarradio de la ciudad, se ha disparado ante la crisis del ladrillo y la subida de los precios. Todo esto ha provocado que la bolsa de pisos haya disminuido. La guerra de los precios y la disminución de la demanda hacen menos atractivo el alquiler de bajo precio. Estamos en una encrucijada», aseguró el mismo agente inmobiliario.
Ante la crisis, muchas familias han decidido adaptar sus vacaciones a la menguada billetera. Los campings parece que, a priori, van a ser de los más beneficiados este verano. El precio medio de la estancia en un camping es infinitamente inferior al de cualquier establecimiento hotelero, sobre todo en estancias largas.
Otra opción poco extendida en España aún, pero que en Europa lleva años implantada, es la adquisición o el alquiler de autocaravanas. Desde menos de 100 euros al día, una familia de cuatro o cinco miembros puede disponer de una casa rodante. La principal ventaja de este tipo de alojamiento es que permite reducir al mínimo los gastos de manutención.
«La autocaravana está aún por explotar. Hay mucha gente que desconoce las ventajas reales de este tipo de vehículos», señalaron desde Caravanas del Principado de Asturias.
Otro sistema que está al alza es el intercambio de vivienda. La ventaja de este sistema es que no existe precio de alquiler. Consiste en que dos propietarios se pongan de acuerdo para intercambiar sus viviendas durante el período de tiempo que estimen oportuno. En algunos casos, los propietarios firman un contrato y acuerdan una fianza para cubrir posibles desperfectos. Este sistema genera todavía una gran desconfianza. Muchos no ven claro dejar su casa con todas sus pertenencias en manos de desconocidos. Por último, están los que pasan las vacaciones en casa. Es el sistema más económico de todos.
A pesar de la crisis, España continúa siendo un gran consumidor de ocio. Muy pocas familias, o ninguna, salvo excepciones, están dispuestas a perderse las vacaciones de verano. Algunas personas consultadas por este diario reconocen que si no pueden permitirse alquilar un piso en primera línea de playa, lo harán en segunda o en tercera.
A medida que se aleja uno de la costa, el precio del alquiler desciende. Con el período de estancia ocurre otro tanto de lo mismo. Si no pueden estar quince días, están cinco. Pero a las vacaciones muy pocos o ninguno de los encuestados están dispuestos a renunciar.
fuente: La Nueva España - Diario Independiente de Asturias - Asturias - El intercambio de casa y los campings, alternativas para abaratar las vacaciones
Ante la crisis, muchas familias han decidido adaptar sus vacaciones a la menguada billetera. Los campings parece que, a priori, van a ser de los más beneficiados este verano. El precio medio de la estancia en un camping es infinitamente inferior al de cualquier establecimiento hotelero, sobre todo en estancias largas.
Otra opción poco extendida en España aún, pero que en Europa lleva años implantada, es la adquisición o el alquiler de autocaravanas. Desde menos de 100 euros al día, una familia de cuatro o cinco miembros puede disponer de una casa rodante. La principal ventaja de este tipo de alojamiento es que permite reducir al mínimo los gastos de manutención.
«La autocaravana está aún por explotar. Hay mucha gente que desconoce las ventajas reales de este tipo de vehículos», señalaron desde Caravanas del Principado de Asturias.
Otro sistema que está al alza es el intercambio de vivienda. La ventaja de este sistema es que no existe precio de alquiler. Consiste en que dos propietarios se pongan de acuerdo para intercambiar sus viviendas durante el período de tiempo que estimen oportuno. En algunos casos, los propietarios firman un contrato y acuerdan una fianza para cubrir posibles desperfectos. Este sistema genera todavía una gran desconfianza. Muchos no ven claro dejar su casa con todas sus pertenencias en manos de desconocidos. Por último, están los que pasan las vacaciones en casa. Es el sistema más económico de todos.
A pesar de la crisis, España continúa siendo un gran consumidor de ocio. Muy pocas familias, o ninguna, salvo excepciones, están dispuestas a perderse las vacaciones de verano. Algunas personas consultadas por este diario reconocen que si no pueden permitirse alquilar un piso en primera línea de playa, lo harán en segunda o en tercera.
A medida que se aleja uno de la costa, el precio del alquiler desciende. Con el período de estancia ocurre otro tanto de lo mismo. Si no pueden estar quince días, están cinco. Pero a las vacaciones muy pocos o ninguno de los encuestados están dispuestos a renunciar.
fuente: La Nueva España - Diario Independiente de Asturias - Asturias - El intercambio de casa y los campings, alternativas para abaratar las vacaciones