Pues yo estuve en el Olé hace unos meses (el puente de diciembre, creo), y la verdad es que no está mal (aunque el entorno de la zona de entrada es deprimente, pero eso no es culpa del camping), pero tiene un problema serio con los gatos, desde mi punto de vista.
No es algo exclusivo de este camping, por alguna razón los gatos abundan en la mayoría, pero nunca hasta ahora me había encontrado con el grave problema de sus cagadas y meados. Las parcelas están llenas, y acabas de mierda de gato hasta los ojos.
Lo peor es que inicialmente no las ves. Son parcelas de grava, y no sé si el personal intenta retirarlas y se les quedan por ahí sin querer, o si realmente lo que hacen es simplemente intentar taparlas. Pero el caso es que, bajo unos granitos de grava, las cagadas de gato abundan.
La primera pista fue al llegar, cuando me agaché a bajar las patas. Qué olorcillo más extraño y desagradable, pensé, pero no le di más importancia. Luego, al ir a conectar el cable, ya me encontré varias cagadas junto a los setos que delimitan las parcelas. Y durante la corta estancia, empezaron a aparecer de debajo de la grava, pegadas a las patas de la mesa y de las sillas, asomando aquí y allá cuando removías ligeramente la grava al andar. Y cada vez que te agachabas a algo, como atarte un zapato... el olor.
Un asco. Y una pena, porque el camping no está mal. Pero los gatos, por mucho que gusten, cuando abundan y deambulan de acá para allá, suelen ser un problema. Ponerles comederos no ayuda, todo lo contrario. Entiendo que parezcan muy monos y que casi se favorezca que se queden por allí, pero cuando te rodean con su mierda, os aseguro que los miras de otra forma.
Eso sí, no sé si es un problema en todo el camping, o sólo por la zona donde nos pusimos, relativamente cercana a los comederos que ponían para los gatos...