Madelman
Fendt-El placer de viajar
Queríamos aprovechar al máximo los días y quería volver "fresco y descansado" ya que a la vuelta yo embarcaba de nuevo (ésta vez en avión) rumbo a Düsseldorf para asistir al Salón del caravaning que allí se celebra. Así es que llamé a Grimaldi para solicitar información y pese a la premura (sólo con unos días de antelación antes de partir) todo cuadró y solicité las reservas pertinentes. Actualmente hay una oferta en la que si contratas camarote para ida y vuelta (en mi caso cuádruple) el coche te sale gratis, por lo que sólo pagas la caravana. Pero además, hay una oferta complementaria que es la de pertenecer a algún club campista, por lo que entonces el precio de la caravana por trayecto te sale a 199€. Voy a explicar la experiencia del viaje de ida para que tengais una idea. Partimos con unas cuantas horas de retraso (único "pero" a resaltar, pero fuimos informados el día anterior por la naviera y el problema fueron las condiciones adversas metereológicas de la costa italiana).
Embarque : dos horas antes hay que estar en el puerto de Barcelona. No nos costó encontrar la zona de embarque, está bastante bien señalizada. Una vez llegados allí, aparcamos donde nos indicaron y procedí a realizar la tramitación de las cartas de embarque en la oficina que allí tienen. Luego a esperar las instrucciones oportunas. Primero embarcan los numerosos camiones que realizan ésta ruta (tienen zona de embarque independiente) por lo que en ningún caso es molesto. Luego nosotros, los vehículos con o sin caravana. En mi caso era la única caravana que embarcaba ese día, así es que no veais lo que presumí yo de mi superFendt. La rampa de acceso al barco se sube sin problemas y una vez dentro subí otra rampa que llevaba al primer piso (sin problemas). Allí aparqué donde me señalizaron y puse el freno a la caravana. También bajé la rueda jockey hasta tocar el suelo por si había mala mar evitar el balanceo (todo ésto lo hice yo como precaución, nadie me lo indicó). El paso de gas debe estar cerrado por seguridad (norma del barco), por lo que la nevera la tuve apagada durante todo el trayecto (no me atreví a arriesgarme a dejarla conectada a 12v durante las 20 horas que dura el viaje y luego no poder arrancar el coche). Ya tuvimos la previsión correspondiente y llevábamos la comida congelada, así es que nos aguantó sin problemas.
Trayecto : Partimos a las 12h. Dedicamos la primera hora a investigar todos los rincones del barco, para poder movernos por él con soltura y a dejar nuestras pertenencias en el camarote (dejan subir una maleta por familia ya que durante el viaje está prohibido bajar a los vehículos). El camarote consta de dos camas bajas con una mesita entre ellas y dos camas altas plegables. Todas muy confortables, tanto las altas como las bajas. También dispone de un armario ropero, una mesa tipo despacho con su silla y de un cuarto de baño completo con ducha independiente. Tienen aire acondicionado. Las camas están hechas y hay toallas limpias en el baño. Sobre las 13h nos fuimos a comer. Hay dos restaurantes : uno tipo buffet y otro a la carta. Nosotros elegimos el tipo fuffet por ser algo más económico (comimos muy bien y aunque no es barato tampoco es caro en exceso). Después de la comida, unas siestas en nuestro camarote para descansar un poco. A media tarde, y como hacía un día radiante, nos pusimos los bañadores y nos fuimos a la piscina. Allí tomamos el sol en las tumbonas de cubierta y nos dimos unos chapuzones en la piscina (pequeña pero suficiente). Es de agua salada y cada día la llenan y vacían respectivamente. Luego unas duchas en el camarote, nos arreglamos y nos fuimos a cenar (el horario del barco es muy europeo y se come y cena temprano). Antes pasamos por la zona infantil, donde las niñas jugaron un buen rato en la "piscina de bolas" que suele encontrarse en los parques infantiles. Cenamos también el el Buffet libre y saliendo de allí.... a la discoteca. Allí nos pusimos cómodos y de de 22 a 24h un cantante con su órgano y su equipo musical nos deleitó con un variado repertorio de música italiana de toda la vida (buen comienzo de nuestro periplo italiano...). Llegó la hora de descansar y nos fuimos al camarote a dormir. Hasta que a las 8h el despertador nos indicó que estábamos a punto de llegar a puerto. Así es que nos arreglamos, recogimos el camarote y nos dirigimos a las zonas apropiadas de reunión antes de desembarcar. Sobre las 9h llegábamos a Civitavechia. Siguiendo las órdenes de la tripulación (siempre correcta y amable) bajamos al coche, miré que todo estuviera en orden, conecté la nevera a 12v y esperamos las instrucciones para desembarcar. Tuve que realizar unos 25m marcha atrás, que siguiendo las indicaciones del personal del barco no me costaron ningún esfuerzo. Luego bajar las dos rampas y ya estábamos en Italia.
En resumen, un viaje de lo más cómodo y relajado. Además de los servicios ya comentados, el barco dispone de varios bares (el de la piscina, el de la discoteca y otro más interior), de tienda de souvenirs, de zona Spa (previo pago, con posibilidad de masajista). Los bares son abiertos y con zonas con televisión (no es obligado consumir). Para la gente que quiere viajar más económicamente hay butacas en las que descansar en lugar de ir en camarote, aunque por la diferencia de precio yo no lo creo conveniente. En ningún caso hay que pensar que se trata de un "crucero", aunque puedo aseguraros que las horas que pasamos en el barco sí que nos lo parecieron. Respecto al balanceo o al mareo, sí que se nota un poco, pero nosotros (ni tampoco vimos a nadie) no tuvimos mareos ni nada parecido. Llevábamos pastillas para el mareo pero no llegamos a tomárnoslas. En definitiva : si volvemos a Italia..... volveremos a ir en barco !!
Embarque : dos horas antes hay que estar en el puerto de Barcelona. No nos costó encontrar la zona de embarque, está bastante bien señalizada. Una vez llegados allí, aparcamos donde nos indicaron y procedí a realizar la tramitación de las cartas de embarque en la oficina que allí tienen. Luego a esperar las instrucciones oportunas. Primero embarcan los numerosos camiones que realizan ésta ruta (tienen zona de embarque independiente) por lo que en ningún caso es molesto. Luego nosotros, los vehículos con o sin caravana. En mi caso era la única caravana que embarcaba ese día, así es que no veais lo que presumí yo de mi superFendt. La rampa de acceso al barco se sube sin problemas y una vez dentro subí otra rampa que llevaba al primer piso (sin problemas). Allí aparqué donde me señalizaron y puse el freno a la caravana. También bajé la rueda jockey hasta tocar el suelo por si había mala mar evitar el balanceo (todo ésto lo hice yo como precaución, nadie me lo indicó). El paso de gas debe estar cerrado por seguridad (norma del barco), por lo que la nevera la tuve apagada durante todo el trayecto (no me atreví a arriesgarme a dejarla conectada a 12v durante las 20 horas que dura el viaje y luego no poder arrancar el coche). Ya tuvimos la previsión correspondiente y llevábamos la comida congelada, así es que nos aguantó sin problemas.
Trayecto : Partimos a las 12h. Dedicamos la primera hora a investigar todos los rincones del barco, para poder movernos por él con soltura y a dejar nuestras pertenencias en el camarote (dejan subir una maleta por familia ya que durante el viaje está prohibido bajar a los vehículos). El camarote consta de dos camas bajas con una mesita entre ellas y dos camas altas plegables. Todas muy confortables, tanto las altas como las bajas. También dispone de un armario ropero, una mesa tipo despacho con su silla y de un cuarto de baño completo con ducha independiente. Tienen aire acondicionado. Las camas están hechas y hay toallas limpias en el baño. Sobre las 13h nos fuimos a comer. Hay dos restaurantes : uno tipo buffet y otro a la carta. Nosotros elegimos el tipo fuffet por ser algo más económico (comimos muy bien y aunque no es barato tampoco es caro en exceso). Después de la comida, unas siestas en nuestro camarote para descansar un poco. A media tarde, y como hacía un día radiante, nos pusimos los bañadores y nos fuimos a la piscina. Allí tomamos el sol en las tumbonas de cubierta y nos dimos unos chapuzones en la piscina (pequeña pero suficiente). Es de agua salada y cada día la llenan y vacían respectivamente. Luego unas duchas en el camarote, nos arreglamos y nos fuimos a cenar (el horario del barco es muy europeo y se come y cena temprano). Antes pasamos por la zona infantil, donde las niñas jugaron un buen rato en la "piscina de bolas" que suele encontrarse en los parques infantiles. Cenamos también el el Buffet libre y saliendo de allí.... a la discoteca. Allí nos pusimos cómodos y de de 22 a 24h un cantante con su órgano y su equipo musical nos deleitó con un variado repertorio de música italiana de toda la vida (buen comienzo de nuestro periplo italiano...). Llegó la hora de descansar y nos fuimos al camarote a dormir. Hasta que a las 8h el despertador nos indicó que estábamos a punto de llegar a puerto. Así es que nos arreglamos, recogimos el camarote y nos dirigimos a las zonas apropiadas de reunión antes de desembarcar. Sobre las 9h llegábamos a Civitavechia. Siguiendo las órdenes de la tripulación (siempre correcta y amable) bajamos al coche, miré que todo estuviera en orden, conecté la nevera a 12v y esperamos las instrucciones para desembarcar. Tuve que realizar unos 25m marcha atrás, que siguiendo las indicaciones del personal del barco no me costaron ningún esfuerzo. Luego bajar las dos rampas y ya estábamos en Italia.
En resumen, un viaje de lo más cómodo y relajado. Además de los servicios ya comentados, el barco dispone de varios bares (el de la piscina, el de la discoteca y otro más interior), de tienda de souvenirs, de zona Spa (previo pago, con posibilidad de masajista). Los bares son abiertos y con zonas con televisión (no es obligado consumir). Para la gente que quiere viajar más económicamente hay butacas en las que descansar en lugar de ir en camarote, aunque por la diferencia de precio yo no lo creo conveniente. En ningún caso hay que pensar que se trata de un "crucero", aunque puedo aseguraros que las horas que pasamos en el barco sí que nos lo parecieron. Respecto al balanceo o al mareo, sí que se nota un poco, pero nosotros (ni tampoco vimos a nadie) no tuvimos mareos ni nada parecido. Llevábamos pastillas para el mareo pero no llegamos a tomárnoslas. En definitiva : si volvemos a Italia..... volveremos a ir en barco !!