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El buen tiempo y la crisis financiera han beneficiado a estos lugares con un mayor número de visitantes respecto al verano anterior.
La directora de Turismo, Elisa Llaneza, comentaba hace unos meses que marcharse de vacaciones se estaba convirtiendo en un bien de primera necesidad. Lo decía convencida de que la crisis financiera que azota a España no iba a hacer mella en ese dinero que, cada verano, recibe el Oriente de Asturias de la mano de los veraneantes. A juzgar por lo que dicen los miembros de la Asociación Asturiana de Campings, no iba desencaminada. Su presidente, Ramón Álvarez Valle, asegura que las cifras son «superiores a las del año pasado», por lo menos en este campamento de Avín (Onís) que toma su nombre de los archivisitados Picos de Europa. El mes de julio «fue muy parecido al del verano anterior», pero en agosto «se está llenando casi todos los días» hasta colgar el cartel de completo. Podría parecer sencillo, pero sólo en el Camping Picos de Europa hay alrededor de quinientas plazas.
Chicho López Pérez, tesorero de la asociación y dueño de otro camping, en la localidad de Sebreño (Ribadesella), con espacio para seiscientas o setecientas plazas, también tiene buenas noticias. La zona de los bungalós lleva ocupada desde el 25 de junio y así lo estará, al menos, «hasta el 15 de setiembre», fecha para la que ya se ha confirmado la ocupación total. A la zona de acampada, sin embargo, le costó arrancar un poco más a principios de este verano: «Los primeros días de julio se encontraba al 70% o el 80% de ocupación, pero en agosto ha estado completo al menos hasta el día de hoy», dice López Pérez. No es el único que maneja este tipo de cifras, él mismo ha sondeado a dueños de otros campings como el de Colunga o el del Arenal de Morís, en Caravia, y «dicen que ha ido muy bien y que está saliendo bastante mejor que el año pasado en el que llovió mucho».
El tesorero de la asociación habla así de uno de los factores que, sin duda, ha ayudado a mejorar la afluencia, el buen tiempo. Después de unos meses de mayo y junio pasados por agua, el sol ha conquistó la comarca y, dicen algunos de los responsables de los campings, «muchos se decidieron entonces a apuntarse a estos campings». Conscientes de que el contacto con la naturaleza es uno de los atractivos de estos campamentos, el sol resulta imprescindible. «Es otro tipo de turismo -comenta López Pérez- que, al menos en nuestro caso, potencia la actividad deportiva con instalaciones como pistas de padle, tenis, fútbol, baloncesto y piscina». Actividades, todas ellas, que requieren de días soleados.
Otro factor decisivo
El otro factor que puede haber decantado la balanza en favor de los campamentos está en la crisis financiera. Que la economía no ande muy boyante más que perjudicar a este sector del turismo, lo está beneficiando. «Creo que los veraneantes, en épocas de crisis, prefieren ir a los campings, que son más baratos que los hoteles», señala Chicho López Pérez. Una idea que corrobora el presidente de la asociación: «La crisis nos está beneficiando porque han cambiado los hoteles por los campamentos».
Pero vayamos a los precios concretos. Una tienda de campaña para una pareja con coche viene a costar cerca de veinte euros diarios, un precio muy inferior al que se pide por la habitación de un hotel. Y un bungaló con todo tipo de detalles anda entre los setenta y los cien euros. «Es bastante más barato», repite Ramón Álvarez Valle que aporta un dato más: «Nuestro restaurante, que ofrece menús y platos combinados, está funcionando bastante bien».
Algo menos optimistas son en el camping Covadonga, ubicado en Soto de Cangas. Son 250 plazas y uno de los responsables asegura que «cada año viene menos gente». Eso sí, «este año se mantuvo». Así, «en julio estuvo flojo, pero en la primera quincena de agosto se llenó y ahora vuelve a bajar». En Llanes, las cosas están funcionando algo mejor. El vicepresidente de la Asociación Asturiana de Campings, Tony Amieva, que cuenta con un campamento en Garaña de Pría, asegura que «crisis hay en todos los sectores y hay campings que se ven más afectados pero no está siendo un año especialmente malo». El suyo (Palacio de Garaña), durante el mes de julio, «sí estuvo algo más flojito con un 10% menos de ocupación que en 2007». Pero en agosto y durante esta primera quincena «ha estado completo». Eso sí, Amieva dice que «ahora tenemos que ver cómo se comporta esta segunda quincena».
fuente: El Comercio Digital: Diario de Asturias: noticias ocio, participacion
La directora de Turismo, Elisa Llaneza, comentaba hace unos meses que marcharse de vacaciones se estaba convirtiendo en un bien de primera necesidad. Lo decía convencida de que la crisis financiera que azota a España no iba a hacer mella en ese dinero que, cada verano, recibe el Oriente de Asturias de la mano de los veraneantes. A juzgar por lo que dicen los miembros de la Asociación Asturiana de Campings, no iba desencaminada. Su presidente, Ramón Álvarez Valle, asegura que las cifras son «superiores a las del año pasado», por lo menos en este campamento de Avín (Onís) que toma su nombre de los archivisitados Picos de Europa. El mes de julio «fue muy parecido al del verano anterior», pero en agosto «se está llenando casi todos los días» hasta colgar el cartel de completo. Podría parecer sencillo, pero sólo en el Camping Picos de Europa hay alrededor de quinientas plazas.
Chicho López Pérez, tesorero de la asociación y dueño de otro camping, en la localidad de Sebreño (Ribadesella), con espacio para seiscientas o setecientas plazas, también tiene buenas noticias. La zona de los bungalós lleva ocupada desde el 25 de junio y así lo estará, al menos, «hasta el 15 de setiembre», fecha para la que ya se ha confirmado la ocupación total. A la zona de acampada, sin embargo, le costó arrancar un poco más a principios de este verano: «Los primeros días de julio se encontraba al 70% o el 80% de ocupación, pero en agosto ha estado completo al menos hasta el día de hoy», dice López Pérez. No es el único que maneja este tipo de cifras, él mismo ha sondeado a dueños de otros campings como el de Colunga o el del Arenal de Morís, en Caravia, y «dicen que ha ido muy bien y que está saliendo bastante mejor que el año pasado en el que llovió mucho».
El tesorero de la asociación habla así de uno de los factores que, sin duda, ha ayudado a mejorar la afluencia, el buen tiempo. Después de unos meses de mayo y junio pasados por agua, el sol ha conquistó la comarca y, dicen algunos de los responsables de los campings, «muchos se decidieron entonces a apuntarse a estos campings». Conscientes de que el contacto con la naturaleza es uno de los atractivos de estos campamentos, el sol resulta imprescindible. «Es otro tipo de turismo -comenta López Pérez- que, al menos en nuestro caso, potencia la actividad deportiva con instalaciones como pistas de padle, tenis, fútbol, baloncesto y piscina». Actividades, todas ellas, que requieren de días soleados.
Otro factor decisivo
El otro factor que puede haber decantado la balanza en favor de los campamentos está en la crisis financiera. Que la economía no ande muy boyante más que perjudicar a este sector del turismo, lo está beneficiando. «Creo que los veraneantes, en épocas de crisis, prefieren ir a los campings, que son más baratos que los hoteles», señala Chicho López Pérez. Una idea que corrobora el presidente de la asociación: «La crisis nos está beneficiando porque han cambiado los hoteles por los campamentos».
Pero vayamos a los precios concretos. Una tienda de campaña para una pareja con coche viene a costar cerca de veinte euros diarios, un precio muy inferior al que se pide por la habitación de un hotel. Y un bungaló con todo tipo de detalles anda entre los setenta y los cien euros. «Es bastante más barato», repite Ramón Álvarez Valle que aporta un dato más: «Nuestro restaurante, que ofrece menús y platos combinados, está funcionando bastante bien».
Algo menos optimistas son en el camping Covadonga, ubicado en Soto de Cangas. Son 250 plazas y uno de los responsables asegura que «cada año viene menos gente». Eso sí, «este año se mantuvo». Así, «en julio estuvo flojo, pero en la primera quincena de agosto se llenó y ahora vuelve a bajar». En Llanes, las cosas están funcionando algo mejor. El vicepresidente de la Asociación Asturiana de Campings, Tony Amieva, que cuenta con un campamento en Garaña de Pría, asegura que «crisis hay en todos los sectores y hay campings que se ven más afectados pero no está siendo un año especialmente malo». El suyo (Palacio de Garaña), durante el mes de julio, «sí estuvo algo más flojito con un 10% menos de ocupación que en 2007». Pero en agosto y durante esta primera quincena «ha estado completo». Eso sí, Amieva dice que «ahora tenemos que ver cómo se comporta esta segunda quincena».
fuente: El Comercio Digital: Diario de Asturias: noticias ocio, participacion