No ha sido precisamente Francia quien ha "tirado" la primera piedra; ellos abrirán sus fronteras a todos sus vecinos excepto a los españoles. Esto se lo debemos "agradecer" a nuestro actual gobierno, el cual, "con gran inteligencia y perspicacia", ha decidido poner freno a la llegada de turistas foráneos este verano, echachándole un pulso al pais que ostenta el primer lugar en el mundo en recepción de turistas... ¡con dos cojones, sí señor". Los franceses aún se están partiendo el culo de la risa.
A ver cómo nos recuperamos de esta. La esperanza que nos queda es que, en una nueva maniobra de malabarismo a la que tan acostumbrados nos tiene este gobierno, cambie de parecer y diga ahora: "Venga, va, que era coña hombre, es que os lo creéis todo...¡como sois".