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Más de 300 familias deben abandonar antes del domingo el Estrella de Mar
Toda una vida. Es el tiempo que llevan muchas de las 300 familias sobre las que pende la orden de desalojo forzoso del histórico cámping Estrella de Mar, en Castelldefels. La dirección del equipamiento --la empresa Caesmar SA-- ha difundido una circular en la que obliga a los campistas a abandonar las instalaciones antes de las 17.00 horas del próximo domingo. La mayoría de los afectados decidió ayer en una asamblea que resistirá y que no abandonará sus caravanas ni sus módulos.
Los problemas del Estrella de Mar, que dispone de 525 parcelas, vienen de antiguo. En 1986, el cámping perdió la licencia de actividades y desde entonces funciona de forma irregular. Además, la organización interna del recinto es muy peculiar y especialmente compleja porque, a raíz de la pérdida de licencia, se creó Caesmar. La empresa está formada por 162 accionistas que a su vez son campistas y que actúan como si fueran propietarios de las parcelas que ocupan, aunque legalmente esto no sea así. Por otro lado, el resto de usuarios (los afectados por la amenaza de cierre) pagan una cuota de unos 3.000 euros anuales renovable de forma automática cada año, comparable a un alquiler.
A la falta de permiso para funcionar se sumaron a partir del 2004 las demandas judiciales de algunos campistas por presuntos cobros irregulares. Las constantes denuncias (las sentencias daban la razón a los demandantes) y las irregularidades provocaron que la dirección general de Turisme de la Generalitat abriera un expediente sancionador a Caesmar. El expediente concluyó el pasado 4 de junio con una orden de cierre que aún no se ha ejecutado porque la empresa presentó un recurso.
Según fuentes de Caesmar, la clausura del domingo es consecuencia de la sanción de la Generalitat, , y pretenden "ejecutar las reformas para cumplir la normativa". Pero, curiosamente, solo afecta a los campistas inquilinos y no a los 162 accionistas. "Quieren repartirse el cámping entre los accionistas y echarnos a los demás, pero eso es ilegal", advierte José Guerrero, vicepresidente de la asociación de afectados.
DEFENSA NUMANTINA Las más de 300 familias amenazadas por el cierre están dispuestas a hacer una defensa numantina de sus caravanas. "Toda la infancia de mis hijos está aquí, todos mis amigos están aquí. Somos como una gran familia", lamenta muy afectada Vicky Pérez, en el Estrella de Mar desde hace 25 años.
Nicol Gallardo, usuaria desde hace 12 años, denuncia con lágrimas en los ojos que los accionistas están coaccionando a las personas mayores (que son muchas) para que abandonen sus parcelas "o les enviarán a los mossos". "Hay auténticos casos de mobbing", asegura Andrés Saura, otro campista. La tarde y la noche del próximo domingo se prevén largas en el Estrella de Mar.
fuente: El Periódico de Catalunya
Toda una vida. Es el tiempo que llevan muchas de las 300 familias sobre las que pende la orden de desalojo forzoso del histórico cámping Estrella de Mar, en Castelldefels. La dirección del equipamiento --la empresa Caesmar SA-- ha difundido una circular en la que obliga a los campistas a abandonar las instalaciones antes de las 17.00 horas del próximo domingo. La mayoría de los afectados decidió ayer en una asamblea que resistirá y que no abandonará sus caravanas ni sus módulos.
Los problemas del Estrella de Mar, que dispone de 525 parcelas, vienen de antiguo. En 1986, el cámping perdió la licencia de actividades y desde entonces funciona de forma irregular. Además, la organización interna del recinto es muy peculiar y especialmente compleja porque, a raíz de la pérdida de licencia, se creó Caesmar. La empresa está formada por 162 accionistas que a su vez son campistas y que actúan como si fueran propietarios de las parcelas que ocupan, aunque legalmente esto no sea así. Por otro lado, el resto de usuarios (los afectados por la amenaza de cierre) pagan una cuota de unos 3.000 euros anuales renovable de forma automática cada año, comparable a un alquiler.
A la falta de permiso para funcionar se sumaron a partir del 2004 las demandas judiciales de algunos campistas por presuntos cobros irregulares. Las constantes denuncias (las sentencias daban la razón a los demandantes) y las irregularidades provocaron que la dirección general de Turisme de la Generalitat abriera un expediente sancionador a Caesmar. El expediente concluyó el pasado 4 de junio con una orden de cierre que aún no se ha ejecutado porque la empresa presentó un recurso.
Según fuentes de Caesmar, la clausura del domingo es consecuencia de la sanción de la Generalitat, , y pretenden "ejecutar las reformas para cumplir la normativa". Pero, curiosamente, solo afecta a los campistas inquilinos y no a los 162 accionistas. "Quieren repartirse el cámping entre los accionistas y echarnos a los demás, pero eso es ilegal", advierte José Guerrero, vicepresidente de la asociación de afectados.
DEFENSA NUMANTINA Las más de 300 familias amenazadas por el cierre están dispuestas a hacer una defensa numantina de sus caravanas. "Toda la infancia de mis hijos está aquí, todos mis amigos están aquí. Somos como una gran familia", lamenta muy afectada Vicky Pérez, en el Estrella de Mar desde hace 25 años.
Nicol Gallardo, usuaria desde hace 12 años, denuncia con lágrimas en los ojos que los accionistas están coaccionando a las personas mayores (que son muchas) para que abandonen sus parcelas "o les enviarán a los mossos". "Hay auténticos casos de mobbing", asegura Andrés Saura, otro campista. La tarde y la noche del próximo domingo se prevén largas en el Estrella de Mar.
fuente: El Periódico de Catalunya
