Cocodrilo feliz
hablador
Segunda historia: El puente romano.
Segunda historia: El puente romano.
Ourense, en gallego, Orense en castellano y Auriense en latín, viene a decir “tierra de oro”. O puede que “río de oro”. Pero no estoy seguro, porque el oro, donde estaba (y siguen buscándolo en la actualidad) es el en río Sil, principal afluente y de donde el Miño porta las aguas de su generoso caudal. Pero para conocer hasta dónde el Sil aportó oro y plata, habría que acercarse a Las Médulas, que es una comarca de tierra roja, en el límite de las provincias de Ourense (a unos 150kms de la capital gallega por la carretera que la une con Ponferrada) y León. Allí, recomendable visitar y perder un día, se puede apreciar cómo, los romanos, sacaron hasta la última onza de esos preciados metales, derrumbando los cerros con sistemas hidráulicos, bajando el agua de las montañas de Asturias, por gravedad, hasta traerlas a estas otras montañas, llenar unos estanques en lo alto de ellas, e inundando una serie de galerías horadadas, hasta reventar por presión toda la montaña, para luego “pasar” la tierra por canales para que fuesen quedando los sedimentos más pesados (plata y oro) y el resto hacerlo seguir al valle y al Sil. Ver con tus propios ojos toda esta obra de ingeniería romana es una experiencia obligada para los viajeros campistas… ¿Dónde estudiarían estos ingenieros que no necesitaron ir a la universidad?
Pero yo os iba a contar cosas del Puente Romano, o “a Ponte” que le llamamos aquí, y que da nombre al barrio más emblemático de la ciudad. Por cierto, otra obra de ingeniería romana como el tema de Las Mèdulas.
Ourense fue un punto estratégico de las vías romanas, que venían de Braga (Portugal) hacia Lugo y Finisterre… y en la actualidad es el “portico de Galicia” o en términos menos ampulosos, la entrada natural. La importancia del punto estratégico hizo que los romanos construyesen un puente espectacular, si mis datos no son erróneos, el más grande de todos los construidos por los romanos, piedra sobre piedra, sin cemento ni estructuras internas de hierro… y pasados los siglos, no se cae, como algunos de los que están construyendo en la actualidad. Lo más espectacular es el arco central, que es el arco de mayor luz de todos los puentes romanos del mundo mundial. Cuando era chaval, sobre 8 ó 10 años, nos íbamos a bañar justo delante de donde vais a acampar, en Oira, y bajábamos nadando todo el río hasta pasar por debajo del arco del puente romano, allí salíamos para fuera, y remontábamos por los vericuetos de la orilla hasta Oira. El río no tenía embalses y bajábamos por la corriente una pandilla de 30 ó 40 rapaces… ¡qué tiempos!
Para ir paseando o en bici de Oira a las termas de A Chavasqueira, pasaréis por debajo del Viaducto, nombre con que se conoce el puente del ferrocarril, el más alto de todos, de hormigón, que vi construir (para eso soy viejo). Luego pasaréis el “Puente Nuevo”, que en realidad es el segundo en antigüedad, un puente con cepas de piedra y arcos de hierro, de estilo modernista. El siguiente por debajo del que pasaréis será el Romano, y luego el último que se ha construido, de hormigón y con unas escaleras a ambos lados para subir y bajar, que lleva el nombre de Puente de la Constitución (me parece…) y detrás, otro de hormigón que se llama Ribeiriño y que es bastante feo. Enseguida están las termas.
Bueno, entre el Nuevo y el Romano, hay una pasarela que es lo último, pero no me atrevo a llamarle puente, porque aunque se construyó para unir los dos paseos que hay a ambas orillas, realmente, te lleva del barrio más populoso directo a la entrada de un área comercial…
Quedan otros dos puentes y la cima de una presa, que se usa como puente. El primero está precisamente unos 100 metros por detrás de la presa, remontando el río; no es un puente urbano, sino para vehículos. Y el otro está un poco más allá de las termas de Outariz y es el que enlaza una de las salidas de Ourense con la A-52. Desde las termas de Outariz los veréis, así como otra pasarela parecida a la que ya cité, peatonal, para “cerrar” el paseo de ambas orillas. En total, hay diez puentes.
La tercera historia es bastante más cruel, y se refiere a las Burgas… pero de momento, voy subiendo ésta. Si tengo tiempo, meto la tercera…
Cordiales saldos.-
Segunda historia: El puente romano.
Ourense, en gallego, Orense en castellano y Auriense en latín, viene a decir “tierra de oro”. O puede que “río de oro”. Pero no estoy seguro, porque el oro, donde estaba (y siguen buscándolo en la actualidad) es el en río Sil, principal afluente y de donde el Miño porta las aguas de su generoso caudal. Pero para conocer hasta dónde el Sil aportó oro y plata, habría que acercarse a Las Médulas, que es una comarca de tierra roja, en el límite de las provincias de Ourense (a unos 150kms de la capital gallega por la carretera que la une con Ponferrada) y León. Allí, recomendable visitar y perder un día, se puede apreciar cómo, los romanos, sacaron hasta la última onza de esos preciados metales, derrumbando los cerros con sistemas hidráulicos, bajando el agua de las montañas de Asturias, por gravedad, hasta traerlas a estas otras montañas, llenar unos estanques en lo alto de ellas, e inundando una serie de galerías horadadas, hasta reventar por presión toda la montaña, para luego “pasar” la tierra por canales para que fuesen quedando los sedimentos más pesados (plata y oro) y el resto hacerlo seguir al valle y al Sil. Ver con tus propios ojos toda esta obra de ingeniería romana es una experiencia obligada para los viajeros campistas… ¿Dónde estudiarían estos ingenieros que no necesitaron ir a la universidad?
Pero yo os iba a contar cosas del Puente Romano, o “a Ponte” que le llamamos aquí, y que da nombre al barrio más emblemático de la ciudad. Por cierto, otra obra de ingeniería romana como el tema de Las Mèdulas.
Ourense fue un punto estratégico de las vías romanas, que venían de Braga (Portugal) hacia Lugo y Finisterre… y en la actualidad es el “portico de Galicia” o en términos menos ampulosos, la entrada natural. La importancia del punto estratégico hizo que los romanos construyesen un puente espectacular, si mis datos no son erróneos, el más grande de todos los construidos por los romanos, piedra sobre piedra, sin cemento ni estructuras internas de hierro… y pasados los siglos, no se cae, como algunos de los que están construyendo en la actualidad. Lo más espectacular es el arco central, que es el arco de mayor luz de todos los puentes romanos del mundo mundial. Cuando era chaval, sobre 8 ó 10 años, nos íbamos a bañar justo delante de donde vais a acampar, en Oira, y bajábamos nadando todo el río hasta pasar por debajo del arco del puente romano, allí salíamos para fuera, y remontábamos por los vericuetos de la orilla hasta Oira. El río no tenía embalses y bajábamos por la corriente una pandilla de 30 ó 40 rapaces… ¡qué tiempos!
Para ir paseando o en bici de Oira a las termas de A Chavasqueira, pasaréis por debajo del Viaducto, nombre con que se conoce el puente del ferrocarril, el más alto de todos, de hormigón, que vi construir (para eso soy viejo). Luego pasaréis el “Puente Nuevo”, que en realidad es el segundo en antigüedad, un puente con cepas de piedra y arcos de hierro, de estilo modernista. El siguiente por debajo del que pasaréis será el Romano, y luego el último que se ha construido, de hormigón y con unas escaleras a ambos lados para subir y bajar, que lleva el nombre de Puente de la Constitución (me parece…) y detrás, otro de hormigón que se llama Ribeiriño y que es bastante feo. Enseguida están las termas.
Bueno, entre el Nuevo y el Romano, hay una pasarela que es lo último, pero no me atrevo a llamarle puente, porque aunque se construyó para unir los dos paseos que hay a ambas orillas, realmente, te lleva del barrio más populoso directo a la entrada de un área comercial…
Quedan otros dos puentes y la cima de una presa, que se usa como puente. El primero está precisamente unos 100 metros por detrás de la presa, remontando el río; no es un puente urbano, sino para vehículos. Y el otro está un poco más allá de las termas de Outariz y es el que enlaza una de las salidas de Ourense con la A-52. Desde las termas de Outariz los veréis, así como otra pasarela parecida a la que ya cité, peatonal, para “cerrar” el paseo de ambas orillas. En total, hay diez puentes.
La tercera historia es bastante más cruel, y se refiere a las Burgas… pero de momento, voy subiendo ésta. Si tengo tiempo, meto la tercera…
Cordiales saldos.-