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Adrenalina es la hormona de moda, concebida por la evolución para intentar sacarnos de las situaciones más peligrosas, la adrenalina nos sube la frecuencia cardiaca, tensa nuestros músculos, y agudiza nuestros sentidos. La "aceleración" que produce en nuestro organismo es sumamente apreciada en nuestros días, basta con mirar a nuestro alrededor para ver por todos lados la agresividad característica de los organismos saturados de adrenalina. La podemos encontrar fácilmente en ese conductor intrépido que pita en cuanto se pone el semáforo en verde, en ese andar frenético que llevan los peatones, en la mirada inquisidora del que está detrás nuestra en la cola de la hamburguesería cuando tardamos en decidir nuestro pedido, en el "dialogo" de nuestros políticos, en los "comentarios" de los aficionados locales al arbitro o entrenador de turno, en... muchísimos sitios más. Vamos al cine a ver horrendas películas de acción para aumentar nuestra dosis, nos subimos en las montañas rusas más altas con tal de pegarnos un superchute, practicamos todo tipo de deportes de riesgo, nos saltamos todos los limites de velocidad y cordura para sentir ese peligro que nos acecha y nos hace subir la producción de adrenalina en sangre. Pagamos lo que haga falta para mantenernos en ese estado de tensión que solo la adrenalina es capaz de inducirnos. Pagamos hasta con la convivencia, el más caro de los precios.
La adrenalina sirve para preparar a nuestro cuerpo frente a una situación de peligro, para que podamos correr más y escapar de la fiera que nos persigue, sin embargo si esta nos alcanza ya no sirve de nada, nos va a devorar sin remedio y entonces entran en juego las endorfinas, unas hormonas que anulan el dolor, liberan la tensión, producen sensación de bienestar, de relax. Solo hace falta ver la mirada de una antílope que está siendo devorada viva por una jauría de leonas hambrientas para ver lo poderosa que es esta hormona, como sino el antílope no emite ni un solo sonido de dolor o terror?
Las endorfinas están presentes en la leche materna, no alimentan pero hacen que el embrión se sienta feliz, la producción de endorfinas es significativamente mayor cuando estamos enamorados; se liberan endorfinas en el torrente sanguíneo cuando hacemos el amor, cuando practicamos deporte, cuando alguien nos abraza, cuando tenemos una conversación placentera, cuando contemplamos serenamente un paisaje, cuando reímos. Una simple carcajada es probablemente el mayor desencadenante de la producción de estas fantásticas hormonas.
Hace tiempo que descubrí en mi afición campista un productor de endorfinas inagotable. Con solo sentarme en el volante de mí vehiculo para salir de acampada ya noto como mi cuerpo se relaja, como mi mente se despeja y como la media sonrisa va sustituyendo al ceño fruncido en la expresión de mi rostro.
Hace menos de un año decidí crear webcampista, y poco a poco se ha ido llenando de usuarios, de hilos, de mensajes, de artículos... y cuando abro el explorador y escribo la dirección de este vuestro portal campista, me invade la misma sensación gratificante y el resultado es que las arrugas de mi frente cambian de sitio y se alojan en las comisuras de mi boca. Y eso sin hablar de las satisfacciones que me han dado los amigos que he descubierto escondidos debajo de sus nicks, porque hablar de ellos merece un capitulo aparte.
Ya somos más de mil usuarios en webcampista, mil personalidades, mil necesidades, mil susceptibilidades, sin embargo yo prefiero pensar que son mil posibilidades.
Ya sé que muchos pensareis que solo soy un soñador iluso; es verdad, un día soñé que se podía hacer un foro para unir a la gente.
Yo prefiero las endorfinas. Me habéis echo adicto a ellas.
En webcampista vosotros, los usuarios tenéis, desde el principio, la palabra. Pero cuando se tiene la palabra también se tiene la responsabilidad.
Mil usuarios, mil posibilidades, mil responsabilidades.
La adrenalina sirve para preparar a nuestro cuerpo frente a una situación de peligro, para que podamos correr más y escapar de la fiera que nos persigue, sin embargo si esta nos alcanza ya no sirve de nada, nos va a devorar sin remedio y entonces entran en juego las endorfinas, unas hormonas que anulan el dolor, liberan la tensión, producen sensación de bienestar, de relax. Solo hace falta ver la mirada de una antílope que está siendo devorada viva por una jauría de leonas hambrientas para ver lo poderosa que es esta hormona, como sino el antílope no emite ni un solo sonido de dolor o terror?
Las endorfinas están presentes en la leche materna, no alimentan pero hacen que el embrión se sienta feliz, la producción de endorfinas es significativamente mayor cuando estamos enamorados; se liberan endorfinas en el torrente sanguíneo cuando hacemos el amor, cuando practicamos deporte, cuando alguien nos abraza, cuando tenemos una conversación placentera, cuando contemplamos serenamente un paisaje, cuando reímos. Una simple carcajada es probablemente el mayor desencadenante de la producción de estas fantásticas hormonas.
Hace tiempo que descubrí en mi afición campista un productor de endorfinas inagotable. Con solo sentarme en el volante de mí vehiculo para salir de acampada ya noto como mi cuerpo se relaja, como mi mente se despeja y como la media sonrisa va sustituyendo al ceño fruncido en la expresión de mi rostro.
Hace menos de un año decidí crear webcampista, y poco a poco se ha ido llenando de usuarios, de hilos, de mensajes, de artículos... y cuando abro el explorador y escribo la dirección de este vuestro portal campista, me invade la misma sensación gratificante y el resultado es que las arrugas de mi frente cambian de sitio y se alojan en las comisuras de mi boca. Y eso sin hablar de las satisfacciones que me han dado los amigos que he descubierto escondidos debajo de sus nicks, porque hablar de ellos merece un capitulo aparte.
Ya somos más de mil usuarios en webcampista, mil personalidades, mil necesidades, mil susceptibilidades, sin embargo yo prefiero pensar que son mil posibilidades.
Ya sé que muchos pensareis que solo soy un soñador iluso; es verdad, un día soñé que se podía hacer un foro para unir a la gente.
Yo prefiero las endorfinas. Me habéis echo adicto a ellas.
En webcampista vosotros, los usuarios tenéis, desde el principio, la palabra. Pero cuando se tiene la palabra también se tiene la responsabilidad.
Mil usuarios, mil posibilidades, mil responsabilidades.