Una anciana de 88 años creyéndose morir, llama a su esposo de 90 años al dormitorio y le expresa:
– Viejo, viejo, me estoy muriendo.
El anciano le responde cariñosamente:
– No seas bobita mi amor. Es un mal pasajero, no le des importancia
– No, esta vez es serio. Y no quiero irme sin...