- Cariño, ¿qué estás haciendo? - Ya ves, tomando una tostadita de jamón. - Pero, ¿no eras vegano? - Pues sí, el jamón es de bellota.

- Dos chicas un poco tontas paseando por el parque encuentran un espejo. Una de ellas lo coge, lo ve y dice: yo a esta muchacha la conozco. - La otra toma el espejo lo mira y responde: claro que la conoces, soy yo.

- Tocan al timbre de la casa y preguntan desde el interior: ¿quién es? - Abraham. - No, no, primero dígame quién es y después ya miro si abro.

- Llega el esposo y toca el timbre. - La esposa pregunta: ¿quién es? - El hombre que te hace feliz en la cama. - Pase vecino que está abierto.

- Papá, quiero que me compres una barbie. - Pero hijo, tú eres un hombre. Pide algo de acero. - ¡Ah!, entonces una planchita.

- Mi esposa se enfada porque no se decir Ignacio. - Pero si lo dices bien. - Lo sé, en fin, me voy a hacer ejercicio. - ¿A dónde? - Pues al Ignacio.

- Bienvenido al examen de piloto. Primera pregunta: ¿cuánto son 200 pies? - ¡Cien personas! - No hombre, no... - ¿Qué hay algún cojo?

- Cariño, si me fuese a morir mañana, ¿qué me dirías hoy? - Ten cuidado mañana.

- ¿Es aquí donde extraen muelas gratis? - Sí, la primera vez, señor. - Y ¿la segunda? - No lo sabemos porque nadie ha vuelto.

- Cariño, ¿no sabes qué día es hoy? - No tengo ni idea. - Pues hoy hace trece años que nos casamos. Tú, ¿de qué tienes ganas? - ¡De llorar!

- Papi, los ángeles son varones o mujeres? - Hija, no tienen sexo. - Ah, como tú y mamá.

- Hijo, ¿qué haces así borracho y tirado en este rincón del templo? - Padre, me dejó mi mujer. - Pues te podría haber dejado en otra parte.

- Se encuentran dos amigos y uno pregunta: ¿en qué trabajas? - Soy ingeniero de tráfico terrestre en aeropuertos. - ¿El qué hace las señales con banderas y linternas? - Sí.

- Dos amigas, y una dice: yo soy muy devota. - La otra: pues yo soy más de sandalia.

- CarIño, quiero decirte que todo lo mío es tuyo, menos el coche. - Que bonito, anda déjame tu móvil. - Toma las llaves del coche.

- Cariño, ¿qué te gusta más, mi belleza, mi sobrada inteligencia o mi sinceridad? - Tu sentido del humor, mi amor.

- Dos amigas se encuentran y una dice: ¡Ay, que mi marido esta en la UVI! - La otra le responde: pues el mío en la remolachi.

- Entra un andaluz en la tienda y pide dos cuerdas de guitarra. - El dependiente le dice que no tienen porque es una droguería. - Entonces ¿para qué ponen en el escaparate artículos de "tocaor"?

- No sé que me pasa doctor, pero enseguida pierdo los nervios y empiezo a insultar a todo el mundo. - Está bien cuéntemelo todo. - Y ¿qué cree que estoy haciendo pedazo de imbécil?

- Pepito, llevas un zapato marrón y otro negro. - Eso no es nada, en mi casa tengo otro par igualito.

- Mi hijo dejó el béisbol y ahora hace boxeo. - ¿Combate? - ¡No!, con guantes, el bate era cuando hacía béisbol.

- Está una señora en el ordenador intentando entrar en una página y le sale en la pantalla: la clave es incorrecta. - La señora: El caso es que escribo "incorrecta" y me sigue diciendo que está mal.

- Le pregunta el padre a Jaimito: ¿cómo te han ido los exámenes? - Pues no lo sé, pero los profesores son muy religiosos. - ¡Religiosos! ¿por qué? - Porque mientras leían mis exámenes no paraban de decir "Ay, Señor", "Ave María Purísima", "Virgen Santa".

-Le dice la abuela a Pepito: ¿qué te gusta más de mi? - El dinero que me das los viernes.

-Su implante de muela ha quedado perfecto, señor! -Entonces, ¿me la puedo cepillar, doctora? -Claro.... salgo a las ocho.