Pues eso. Llegamos de madrugada (sobre las cinco más o menos) y hemos disfrutado de nueve noches maravillosas en las que no ha faltado de nada: sonrisas, lágrimas, camellos, desierto, monumentos, pueblos encantadores, buenísima compañía y sobre todo, una nueva percepción de Marruecos que nos ha...