BASTA YA
En el último boletín de la ASOCIACION DE CASADOS EN RECLAMACION DE SUS DERECHOS HISTORICOS hablamos de lo que debe tener una caja de herramientas básica, hablemos ahora de donde usarlos.
Tratándose de arreglos caseros lo más razonable es hacerlo en nuestra casa por lo que para evitar confusiones procederemos a definir que es una casa.
CASA: construcción de madera, ladrillos, cemento, yeso, cristal, cables y tuberías, casi todo mal colocado; el resto ya lo descolocarás tú cuando intentes arreglar algo.
Hay dos tipos de proyectos de arreglos caseros: los que son demasiado gordos para que los hagas tú y los que son demasiado pequeños para que merezca la pena que te molestes. Los primeros salen por un ojo de la cara y los segundos, si los dejas, también acaban saliendo por un ojo de la cara. Por eso se vuelven tan aburridos los manitas: se pasan el sábado entero deambulando por la tiendas de bricolaje, con la ropa llena de polvo y los pulgares hinchados como melones en vez de quedarse en su casa, tomando wuiskises y viendo el partido como cualquier casado que se precie.
Los únicos trabajos de bricolaje casero para los que está capacitado el casado son cambiar las bombillas y hacer estanterías. Si tienes unos cuantos libros grandes y gordos y consigues que se sostengan unas tablas sobre ellos (hacerlo al revés es más jodio), la construcción de estanterías no tendrá dificultades para ti. En caso de duda durante el proceso, el truco está en usar un nivel siguiendo estos pasos: coloca el nivel sobre la tabla cuando esta está sobre los libros, nunca antes. Observa con atención la burbuja y concluye diciendo que el nivel está estropeado.
Lo de cambiar una bombilla no es tan fácil como parece. Para empezar, hay que tener los utensilios necesarios que, en este caso, son las bombillas. Así que te vas al súper y comparas todo aquello que iras necesitando durante el trabajo, cervezas, pitillos, papel higiénico, ganchitos de queso, el “Segundamano”, un Bic, por supuesto, se te olvidaran las bombillas. Todo esto resulta pesado, caro y, en última instancia, infructuoso.
Dejaremos para el próximo boletín trabajos de mayor envergadura como la pintura o el tejado.
Por la vida, ilis
En el último boletín de la ASOCIACION DE CASADOS EN RECLAMACION DE SUS DERECHOS HISTORICOS hablamos de lo que debe tener una caja de herramientas básica, hablemos ahora de donde usarlos.
Tratándose de arreglos caseros lo más razonable es hacerlo en nuestra casa por lo que para evitar confusiones procederemos a definir que es una casa.
CASA: construcción de madera, ladrillos, cemento, yeso, cristal, cables y tuberías, casi todo mal colocado; el resto ya lo descolocarás tú cuando intentes arreglar algo.
Hay dos tipos de proyectos de arreglos caseros: los que son demasiado gordos para que los hagas tú y los que son demasiado pequeños para que merezca la pena que te molestes. Los primeros salen por un ojo de la cara y los segundos, si los dejas, también acaban saliendo por un ojo de la cara. Por eso se vuelven tan aburridos los manitas: se pasan el sábado entero deambulando por la tiendas de bricolaje, con la ropa llena de polvo y los pulgares hinchados como melones en vez de quedarse en su casa, tomando wuiskises y viendo el partido como cualquier casado que se precie.
Los únicos trabajos de bricolaje casero para los que está capacitado el casado son cambiar las bombillas y hacer estanterías. Si tienes unos cuantos libros grandes y gordos y consigues que se sostengan unas tablas sobre ellos (hacerlo al revés es más jodio), la construcción de estanterías no tendrá dificultades para ti. En caso de duda durante el proceso, el truco está en usar un nivel siguiendo estos pasos: coloca el nivel sobre la tabla cuando esta está sobre los libros, nunca antes. Observa con atención la burbuja y concluye diciendo que el nivel está estropeado.
Lo de cambiar una bombilla no es tan fácil como parece. Para empezar, hay que tener los utensilios necesarios que, en este caso, son las bombillas. Así que te vas al súper y comparas todo aquello que iras necesitando durante el trabajo, cervezas, pitillos, papel higiénico, ganchitos de queso, el “Segundamano”, un Bic, por supuesto, se te olvidaran las bombillas. Todo esto resulta pesado, caro y, en última instancia, infructuoso.
Dejaremos para el próximo boletín trabajos de mayor envergadura como la pintura o el tejado.
Por la vida, ilis