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En una muestra más de su agudeza política y de su preocupación por atraer más turistas a un pueblo que desde hace años sufre un agudo descenso de visitantes, al Ayuntamiento de Laredo no se le ocurre mejor solución que colocar unos gálibos de hierro en ciertas calles que al parecer son tomadas al asalto por hordas de autocaravanistas.
Con su mentalidad retrógrada, nuestros regidores no se percatan que el turismo de autocaravana está en alza, y que los autocaravanistas, por lo general, tienen cierto nivel adquisitivo (estos vehículos no son baratos, precisamente) y son personas cuya misma forma de viajar les hace ser cuidadosos con los lugares en que aparcan.
Quizá si viajaran un poco más fuera de los circuitos de ostentosos hoteles y restaurantes a los que lamentablemente son tan dados nuestros políticos profesionales, podrían observar que en cualquier pueblecito de nuestros países vecinos (Francia, Italia...) existen áreas públicas especiales para estos vehículos, donde pueden abastecerse de agua o vaciar las aguas residuales, e incluso provistas de toma de luz o con vigilantes municipales. Es cierto que no siempre son gratuitas (sobre todo si son vigiladas), pero el precio no es caro (similar al de un aparcamiento normal) y el autocaravanista paga de buena gana estos servicios que se le ofrecen.
Sin embargo, en la villa de la 'excelencia turística' preferimos las medidas represivas a aquéllas que exigen un poco de imaginación y un mínimo esfuerzo. Es más cómodo (y quizá más barato a corto plazo) colocar unas horribles estructuras de hierro pintadas de amarillo y con un diseño ridículo.
Además, ¿no sería más sencillo prohibir directamente el aparcamiento de autocaravanas? (Y así se podría poner alguna multita, que no viene nada mal para las maltrechas arcas municipales). ¿O será que eso no se puede hacer, porque es ilegal? Ninguna señal de tráfico indica que no se pueda aparcar en estos lugares, ni siquiera se ha publicado un bando, nos hemos enterado por la prensa.
En fin, esto es sólo un botón, una muestra más, entre tantas otras, de la falta de sensibilidad hacia las nuevas formas de cultura (de la cual el turismo forma parte) por parte de aquéllos a quienes hemos dado por otros cuatro años las riendas de nuestro pueblo, que languidece anclado en viejos esquemas, con una puebla vieja que se desmorona poco a poco, sin alicientes de tipo cultural, lúdico o deportivo que creen un ambiente propicio para la vida social, alamedas que desaparecen bajo el asfalto y el hormigón, un antaño precioso puerto de pescadores destrozado por unas construcciones a su alrededor sin ningún criterio estético (sólo crematístico, superando incluso la superficie permitida) y ahora devorado por un megapuerto deportivo y, lo que es peor, una ciudadanía apática y desmotivada aunque con una gran capacidad de crítica, que desgraciadamente sólo se manifiesta en las barras de bares y cafeterías.
P.D. La noticia ha generado un puñado de comentarios, algunos muy jugosos, que se pueden leer aquí:
El Consistorio pone gálibos para que las caravanas no aparquen (comentarios)
fuente y foto: Tus noticias - Las noticias del Lector - El Diario Montañés - Diario digital de Cantabria, periodico de cantabria, noticias, actualidad y últimas noticias de cantabria
Con su mentalidad retrógrada, nuestros regidores no se percatan que el turismo de autocaravana está en alza, y que los autocaravanistas, por lo general, tienen cierto nivel adquisitivo (estos vehículos no son baratos, precisamente) y son personas cuya misma forma de viajar les hace ser cuidadosos con los lugares en que aparcan.
Quizá si viajaran un poco más fuera de los circuitos de ostentosos hoteles y restaurantes a los que lamentablemente son tan dados nuestros políticos profesionales, podrían observar que en cualquier pueblecito de nuestros países vecinos (Francia, Italia...) existen áreas públicas especiales para estos vehículos, donde pueden abastecerse de agua o vaciar las aguas residuales, e incluso provistas de toma de luz o con vigilantes municipales. Es cierto que no siempre son gratuitas (sobre todo si son vigiladas), pero el precio no es caro (similar al de un aparcamiento normal) y el autocaravanista paga de buena gana estos servicios que se le ofrecen.

Sin embargo, en la villa de la 'excelencia turística' preferimos las medidas represivas a aquéllas que exigen un poco de imaginación y un mínimo esfuerzo. Es más cómodo (y quizá más barato a corto plazo) colocar unas horribles estructuras de hierro pintadas de amarillo y con un diseño ridículo.
Además, ¿no sería más sencillo prohibir directamente el aparcamiento de autocaravanas? (Y así se podría poner alguna multita, que no viene nada mal para las maltrechas arcas municipales). ¿O será que eso no se puede hacer, porque es ilegal? Ninguna señal de tráfico indica que no se pueda aparcar en estos lugares, ni siquiera se ha publicado un bando, nos hemos enterado por la prensa.
En fin, esto es sólo un botón, una muestra más, entre tantas otras, de la falta de sensibilidad hacia las nuevas formas de cultura (de la cual el turismo forma parte) por parte de aquéllos a quienes hemos dado por otros cuatro años las riendas de nuestro pueblo, que languidece anclado en viejos esquemas, con una puebla vieja que se desmorona poco a poco, sin alicientes de tipo cultural, lúdico o deportivo que creen un ambiente propicio para la vida social, alamedas que desaparecen bajo el asfalto y el hormigón, un antaño precioso puerto de pescadores destrozado por unas construcciones a su alrededor sin ningún criterio estético (sólo crematístico, superando incluso la superficie permitida) y ahora devorado por un megapuerto deportivo y, lo que es peor, una ciudadanía apática y desmotivada aunque con una gran capacidad de crítica, que desgraciadamente sólo se manifiesta en las barras de bares y cafeterías.
P.D. La noticia ha generado un puñado de comentarios, algunos muy jugosos, que se pueden leer aquí:
El Consistorio pone gálibos para que las caravanas no aparquen (comentarios)
fuente y foto: Tus noticias - Las noticias del Lector - El Diario Montañés - Diario digital de Cantabria, periodico de cantabria, noticias, actualidad y últimas noticias de cantabria