Gracias a todos los que me habéis ayudado. Hice la ruta de REQUE, ¡perfecta!, autovía hasta Mora y después una carretera buena y para nosotros solitos, sin circulación. El puerto del Milagro al que tanto yo temía por las curvas y las pendientes ¡ni lo vimos!, a cualquier cosa llaman puerto o se cumplió el milagro de convertirse en una carretera no recta como acostumbran por la zona, pero vamos, nada de lo que yo entiendo por un puerto. Y es que no son montañas, son lomitas, preciosas, llenas de jaras y otras retamas, pero no montaña. De manera que un viaje tranquilo contemplando el paisaje en un día maravilloso de sol. Ah, a la vuelta se nos cruzó un jabato precioso, le seguía un segundo, un tercero....., ¡hasta siete!, corriendo uno detrás del otro. ¡Tuvimos que frenar para cederles el paso! Pero no vimos a la mamá jabalí que no sabe cuidar de sus cachorros (se nos metieron delante del coche).
Le excursión que hicimos fue a la Chorrera, me dijeron que había menos tramo para andar por el camino de arriba (por la depuradora) que por el de abajo desde que dejas el coche. De manera que allí nos fuimos, dejamos en el último cruce de camino el coche porque dijeron que no se podría dar la vuelta más arriba y como no está nada señalizado fuimos hasta el final que está cortado por ser un coto de caza. Volvimos a ver si encontrábamos por donde bajar y fue un tramo bastante malo porque tenía revueltas que caían casi en vertical. Por lo que volví por el sendero de abajo por no subir lo que había bajado. Mi marido con un amigo se volvió por arriba para recoger el coche. Por cierto, en un año de tanto agua pensé que tenía que hacer el esfuerzo porque nunca tendría tanta agua como en este, pues no, nada que ver con las fotografías, eso fue una desilusión.
La excursión preciosa y a mí me salió perfecta, ya sin pretenderlo vi desde la máxima altura todo el paisaje y a la vuelta la orilla del rio. Aunque fueron a recogernos con el coche, para entonces mi convaleciente pie roto ya había sufrido lo suyo en un par de traspiés, por lo que hoy estoy de nuevo con él en alto doliéndome un montón, especialmente en el tobillo, que anteriormente no me había dolido.
También subimos a la ermita de Guadalupe, pero es algo totalmente prescindible, ¡menos mal que fui en coche!
Del camping lo mejor es la cocinera tan buena que tienen y lo amables que es todo el personal y lo bien que dan de comer, con el aliciente de costar 10€ el menú. Las parcelas en terrazas bien y el tamaño, aunque amplias muy estrechas con un suelo durísimo donde no se podían clavar piquetas y además con muchas piedrecitas pequeñas que constantemente se clavaban en el suelo de la CV si te descuidabas, había que estar constantemente barriendo. El wifi funciona mal en el bar, cuando la recepción está cerrada no hay manera de conectarse y fuera de esa zona no hay señal aunque por tlf me dijeron que en algunas parcelas sí.
Se puede contemplar un bonito cielo estrellado a partir de las 12 de la noche que apagan las farolas.
Gracias de nuevo a todos.
